Las recientes lluvias torrenciales han dejado una huella devastadora en la comarca de Liébana, provocando inundaciones en varias localidades y dificultando la circulación por el camino viejo de Potes. Los garajes, sótanos y viviendas de Cillorigo (Ojedo) y Potes han sido afectados por el agua, dejando a los habitantes lidiando con los daños causados por la fuerza de la naturaleza.
La situación en Liébana es un ejemplo de cómo las lluvias intensas pueden generar eventos climáticos extremos con consecuencias graves para las comunidades. La falta de infraestructuras adecuadas para la gestión de las aguas pluviales y la orografía de la zona, caracterizada por laderas empinadas y ríos que discurren a través de estrechos valles, agravan la situación. La creciente frecuencia de estos eventos, que se intensifican por el cambio climático, exige una mayor atención a la prevención y la gestión de riesgos.
El camino viejo de Potes bloqueado por un derrumbe
El agua no solo ha inundado viviendas, sino que también ha provocado un desprendimiento de tierra que ha bloqueado el camino viejo de Potes. Este derrumbe, también conocido como argayo, ha dificultado la comunicación entre las localidades de la zona, obligando a los habitantes a buscar alternativas para acceder a sus destinos. La limpieza del derrumbe y la reparación del camino son tareas prioritarias para restaurar la movilidad en la comarca.
Las autoridades han movilizado a los bomberos del parque de emergencias del Gobierno autonómico localizado en Tama, quienes han intervenido en la retirada del argayo y han ayudado a los afectados por las inundaciones. La colaboración entre los equipos de emergencia y los vecinos es crucial para afrontar las consecuencias de estas situaciones, que requieren una respuesta rápida y eficiente.
Viviendas afectadas y daños materiales: El impacto de las inundaciones
Las inundaciones registradas en Cillorigo (Ojedo) y Potes han afectado a un número considerable de viviendas, dejando a los habitantes con la necesidad de afrontar la reconstrucción de sus hogares y la recuperación de sus pertenencias. Los daños materiales son considerables, incluyendo la pérdida de electrodomésticos, muebles y otros bienes que se encontraban en las zonas inundadas.
Las autoridades locales están trabajando para evaluar la magnitud del impacto de las inundaciones y ofrecer ayuda a los vecinos afectados. Se han establecido puntos de recogida de ayuda para facilitar la donación de alimentos, ropa, productos de limpieza y otros artículos necesarios para la recuperación. La solidaridad y el apoyo de la comunidad son fundamentales en estos momentos difíciles, donde la reconstrucción de las zonas afectadas requiere un esfuerzo colectivo.