En una reciente declaración, Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, ha anunciado que la institución podría actualizar al alza sus proyecciones macroeconómicas para el período 2024-2026. Esta noticia positiva llega en un momento en el que la economía española muestra signos de fortaleza, a pesar de algunos desafíos persistentes.
Revisión al Alza del Crecimiento Económico
Según Gavilán, la información disponible desde junio sugiere que una «actualización mecánica» de las proyecciones del Banco de España «implicaría una revisión al alza del crecimiento del PIB español durante el periodo 2024-2026». Esta posible mejora se debe, en parte, a la sorprendente alza del 0,8% en el crecimiento trimestral del PIB del segundo trimestre de este año, así como a los indicadores coyunturales que apuntan a un crecimiento sólido a corto plazo, a pesar de una «ligera desaceleración».
Además, Gavilán ha resaltado que la evolución esperada de algunas variables externas, como los tipos de interés y los precios del petróleo, se ha vuelto «más favorable» para el crecimiento de la economía española. Estas perspectivas positivas podrían llevar al Banco de España a actualizar al alza sus estimaciones de crecimiento del PIB, que ya fueron revisadas al alza en junio.
Estabilidad en las Previsiones de Inflación
En contraste con la posible revisión al alza del crecimiento económico, Gavilán ha indicado que el Banco de España no se plantea cambios en la senda de desinflación proyectada en el mes de junio. En junio, la institución estimó que el IPC se situará en el 3% en 2024, el 2% en 2025 y el 1,8% en 2026, lo que sugiere una trayectoria descendente de la inflación en los próximos años.
Esta estabilidad en las previsiones de inflación contrasta con la posible mejora de las estimaciones de crecimiento del PIB, lo que podría indicar que el Banco de España considera que los factores que han impulsado la inflación están comenzando a moderarse, mientras que la actividad económica mantiene su fortaleza.
Desafíos Persistentes para la Economía Española
A pesar de estas perspectivas positivas, Gavilán también ha señalado algunos desafíos persistentes para la economía española. Por ejemplo, la mejora del PIB de las últimas décadas no ha sido suficiente para lograr la convergencia con los niveles de renta per cápita de la zona euro, debido a la baja productividad y a la baja tasa de empleo.
Además, la tasa de desempleo en España, si bien ha disminuido en los últimos años, sigue siendo «muy por encima» de la media europea. Asimismo, el desequilibrio de las finanzas públicas en España sigue siendo «alto» y tiene un «gran componente estructural, que no ha mejorado desde 2019».
Estos desafíos, si bien no opacan las perspectivas positivas a corto y medio plazo, evidencian la necesidad de continuar trabajando en reformas estructurales que fortalezcan la competitividad, la productividad y la sostenibilidad fiscal de la economía española.