La violencia de género es un problema social que lamentablemente sigue presente en nuestra sociedad. Desafortunadamente, en esta ocasión, las autoridades se han visto obligadas a intervenir en un nuevo caso de violencia de género en la provincia de Ourense. Un interno de tercer grado del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar ha sido detenido como presunto autor de diversos delitos, entre ellos, violencia de género, lesiones y amenazas.
Es crucial que sigamos trabajando para erradicar este tipo de conductas y brindar el apoyo necesario a las víctimas. Debemos seguir denunciando y condenando firmemente estos actos de violencia de género para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Detención de un interno de tercer grado por violencia de género y otros delitos
El detenido es un vecino de Avión, de 54 años, que se encontraba de permiso de fin de semana del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, donde cumple condena en régimen de tercer grado. Según la información proporcionada, el detenido agredió a su expareja, al novio de esta y a un hijo de él. Además, se apoderó de 450 euros, roció el vehículo de su excuñado de gasolina y lo amenazó de muerte.
Tras cometer estos actos de violencia, el detenido se encerró en el domicilio y «se dio a la fuga por el tejado» cuando observó la presencia de la Guardia Civil, que se había desplazado al lugar. Las autoridades montaron un dispositivo de búsqueda y protección de la víctima durante la tarde de ese martes y, gracias a la colaboración ciudadana, lograron detener al hombre en un monte próximo a la localidad de Avión.
El detenido será puesto a disposición judicial este jueves en el Juzgado de Ribadavia, donde se determinarán las responsabilidades penales correspondientes a los delitos de violencia de género, lesiones, hurto, daños y amenazas de los que se le acusa.
Antecedentes y situación actual del detenido
El detenido era un interno de tercer grado del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, lo que significa que se encontraba en un régimen de semilibertad y disfrutaba de permisos de fin de semana. Esta situación de tercer grado le permitía tener una mayor flexibilidad y autonomía dentro del sistema penitenciario, con el objetivo de facilitarle la reinserción social.
Sin embargo, durante uno de estos permisos de fin de semana, el detenido cometió una serie de delitos graves, entre ellos, violencia de género contra su expareja, y agresiones contra el novio de esta y un hijo de él. Estos actos de violencia ponen de manifiesto la importancia de garantizar que los internos en régimen de tercer grado cumplan con los requisitos y las condiciones establecidas para evitar que puedan volver a cometer delitos y poner en riesgo la seguridad de la ciudadanía.
Las autoridades han actuado con rapidez y eficacia, montando un dispositivo de búsqueda y protección de la víctima, y logrando la detención del hombre gracias a la colaboración ciudadana. Ahora, el detenido deberá enfrentar las consecuencias legales de sus actos y el sistema de justicia determinará las responsabilidades penales correspondientes.