El Club de Exportadores pide regulaciones que impulsen la competitividad empresarial en el acceso a los mercados

El comercio internacional se enfrenta a múltiples desafíos en un mundo cada vez más interconectado y competitivo. Como parte de este fenómeno, las empresas españolas, en su mayoría pequeñas y medianas, se encuentran ante la necesidad urgente de adaptarse a un nuevo marco global donde la tecnología y la sostenibilidad juegan un papel fundamental. Este escenario demanda que las administraciones actúen de manera proactiva, estableciendo regulaciones que no solo fomenten la competitividad sino que también faciliten el acceso a los mercados internacionales.

La reciente publicación del informe sobre «Grandes Retos Transformadores del Comercio Internacional» destaca la relevancia de ajustar las normativas vigentes para combatir el exceso de burocracia que pueda obstaculizar la actividad empresarial. La autora del informe, Marisa Poncela García, enfatiza la importancia de apoyar institucionalmente a las empresas en la formación de talento, lo que les permitirá aprovechar al máximo las innovaciones tecnológicas y cumplir con las exigencias de sostenibilidad que están marcando la pauta en el comercio global.

LAS REGULACIONES COMO HERRAMIENTA PARA LA COMPETITIVIDAD

El informe subraya la necesidad de que las administraciones establezcan un marco regulatorio que no solo proteja a las empresas, sino que también las impulse en su acceso a los mercados internacionales. En un contexto donde el 98,9% del tejido empresarial en España son pymes, la adaptación a un nuevo orden global se convierte en un reto mayúsculo. Las regulaciones deben ser diseñadas de tal forma que promuevan la agilidad en la toma de decisiones y la innovación, evitando caer en una trampa burocrática que pueda limitar la capacidad de las empresas para competir en el extranjero.

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Además, se sugiere considerar la creación de incentivos fiscales y formativos para aquellas empresas que adopten tecnologías sostenibles y prácticas de comercio responsable. Las pymes, en particular, requieren un soporte continuo que les permita no solo sobrevivir sino también prosperar en un ambiente global cada vez más exigente. Al fomentar la formación en estos aspectos, se asegura que las empresas se mantengan a la vanguardia, lista para aprovechar las oportunidades que surgen de las nuevas tecnologías y tendencias del mercado.

EL IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN Y LOS AVANCES TECNOLÓGICOS EN EL COMERCIO INTERNACIONAL

La globalización ha sido un motor de prosperidad y crecimiento económico, lo que se evidencia en las cifras que señala el Banco Mundial. Sin embargo, no está exenta de desafíos. Factores como la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, los conflictos en Europa del Este y las disputas territoriales en Asia han comenzado a alterar el statu quo de la economía mundial. Estos cambios geopolíticos requieren que las empresas españolas reconozcan las nuevas dinámicas del comercio internacional y ajusten rápidamente sus estrategias para navegar en este entorno complejo.

Los avances tecnológicos, por su parte, están revolucionando el marco del comercio internacional. La facilitación del comercio electrónico ha permitido que incluso las pequeñas empresas puedan acceder a mercados lejanos sin necesidad de una presencia física. Plataformas digitales, sistemas de pago seguros y logísticas eficientes son herramientas clave que están configurando un nuevo paradigma en el comercio. Las empresas deben estar preparadas para integrar estas tecnologías en sus operaciones, lo que no solo mejora su capacidad operativa, sino que también les permite ofrecer un mejor servicio al cliente, al tiempo que reducen costos.

Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías también viene acompañada de responsabilidades. La sostenibilidad se ha convertido en un requisito imperativo, y las empresas que demuestren su compromiso con prácticas responsables serán las que triunfen en el futuro. La utilización de la inteligencia artificial, el análisis de datos y otras tecnologías emergentes juega un papel crucial en la mejora de la eficiencia operativa, permitiendo también una adaptación más ágil a las demandas del mercado.

RETOS Y OPORTUNIDADES EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

En el contexto actual, es vital que las empresas españolas se preparen para los desafíos que presenta el nuevo orden mundial. Las tensiones geopolíticas, los cambios en la regulación y las nuevas normativas comerciales son solo algunos de los factores que pueden repercutir en la competitividad de las empresas. Por eso, es imperativo que las administraciones colaboren con el sector empresarial para crear un entorno que favorezca la inversión, la innovación y el crecimiento sostenible.

Las oportunidades están igualmente presentes. La digitalización y la adopción de tecnologías sostenibles son aspectos que pueden ser aprovechados por las empresas para diferenciarse en el mercado. Las organizaciones que logren innovar en sus procesos y adentrarse en la economía digital tendrán una ventaja considerable en el comercio internacional. Esta adaptabilidad no solo favorece a las empresas individualmente, sino que también contribuye al fortalecimiento del conjunto de la economía española en el contexto global.

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Por último, es fundamental que las administraciones prioricen la capacitación y formación del talento en las empresas, permitiendo así que los trabajadores estén equipados con las habilidades necesarias para operar en este entorno en constante cambio. El futuro del comercio internacional depende del grado en que seamos capaces de adaptarnos a las nuevas realidades del mercado, la tecnología y las normativas globales. Solo a través de un esfuerzo conjunto entre el gobierno y el sector privado se podrá lograr un crecimiento sostenible y competitivo que beneficie a todos.

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