El consejero de Educación del Gobierno de Cantabria, Sergio Silva, ha declarado que la prohibición del uso de móviles en las aulas impuesta para el curso escolar que comienza hoy ha sido «bien acogida», y cree que funcionará «bien». Según Silva, esta medida ya se venía aplicando en muchos centros educativos, por lo que se espera que la transición sea «normal». Aunque reconoce que siempre habrá «alguna incidencia», el consejero confía en que «va a ir bien» con la colaboración de los docentes y los equipos directivos.
Implementación Diferenciada por Etapas Educativas
El consejero ha señalado que el control del uso de dispositivos digitales es una de las novedades del curso escolar. En Educación Infantil y Primaria, se prohíbe el uso de móviles en los centros, mientras que en el resto de etapas se «recomienda no utilizarlos», salvo que el centro lo establezca con carácter pedagógico.
Sin embargo, Silva reconoce que el asunto es «más delicado» en Secundaria, ya que los adolescentes tienen «más autonomía» que los niños en los colegios. Por ello, la instrucción de la Consejería no implica que no puedan llevar sus dispositivos, sino que «los tengan apagados cuando estén en los centros».
Seguimiento y Evaluación de la Medida
Respecto al seguimiento de esta medida para comprobar si da «resultados», Silva ha señalado que «no es necesario» hacer una «monitorización» y que, además, «resultaría imposible». Sin embargo, cree que se verá a través del informe de convivencia escolar, en el número y las características de casos de acoso, ya que en la actualidad el uso del móvil y las redes sociales está presente en el «origen o agravamiento» del «90%» de estos casos.
El consejero ha recalcado que esta influencia se notará «a lo largo del tiempo», y no en un solo curso, ya que no sería suficiente para sacar «conclusiones».
Finalmente, Silva ha trasladado a las familias que el control del uso de dispositivos «es una cosa de todos», y que «el trabajo fundamentalmente está fuera de los centros educativos, en el ámbito familiar». Así, ha señalado que esta medida de la Consejería es un «aliado» para las familias que tienen dificultades para hacer entender a sus hijos que no deben llevar el móvil a clase, y ha pedido a todos ser «responsables» tras la valentía de la Consejería al implementar esta prohibición.