La caza en Castilla-La Mancha está experimentando un momento crucial en su desarrollo y regulación. El Pacto por la Caza, firmado en mayo de 2023, ha marcado un antes y un después en la gestión de esta actividad tradicional que no solo tiene un impacto económico significativo en la región, sino que también juega un papel fundamental en la conservación del medio ambiente y la gestión sostenible de la fauna silvestre. Con 115.000 licencias de caza activas y una contribución del 1,7% al PIB regional, movilizando 600 millones de euros anuales y generando 14.000 empleos, la importancia de este sector en Castilla-La Mancha es innegable.
En este contexto, la reciente reunión entre la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, y la nueva junta directiva de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, encabezada por su presidente Agustín Rabadán, ha puesto de manifiesto los avances logrados y los desafíos pendientes en la implementación del Pacto por la Caza. Esta colaboración entre la administración pública y el sector cinegético está dando frutos tangibles, pero también evidencia la necesidad de abordar cuestiones legislativas y prácticas para fortalecer aún más la actividad cinegética en la región.
Avances y desafíos en la implementación del Pacto por la Caza
El Pacto por la Caza de Castilla-La Mancha está cumpliendo sus objetivos de manera progresiva, según ha afirmado la consejera Mercedes Gómez. Entre los logros destacados se encuentra la difusión de la actividad cinegética a través de eventos como Fercatur y las ferias de caza de Cuenca y Villanueva de la Fuente. Estas iniciativas no solo promueven el sector, sino que también educan al público general sobre la importancia de la caza en la región.
Además, se han destinado subvenciones públicas por un monto de 580.000 euros para la mejora de hábitats de especies de caza menor, como la codorniz y la perdiz roja. Estas acciones se enmarcan en acuerdos de custodia del territorio, demostrando un compromiso real con la conservación del ecosistema. Paralelamente, se está realizando un esfuerzo significativo en la recopilación de datos de campo sobre especies que la Unión Europea está evaluando por posibles estados inseguros de sus poblaciones, como la tórtola europea.
Sin embargo, Agustín Rabadán, presidente de la Federación de Caza, ha señalado que existen cuestiones legislativas pendientes dentro del pacto que necesitan ser abordadas. Entre estas se encuentran modificaciones a la Ley de Caza y a la Ley 9/99 del Reglamento, así como la simplificación de ciertos procesos burocráticos. Estas demandas reflejan la necesidad de adaptar el marco legal a las realidades actuales del sector cinegético en la región.
Protección de la caza menor y fomento de la caza social
Uno de los puntos más relevantes para el sector, según Rabadán, es la implementación de un plan de protección de la caza menor en Castilla-La Mancha. La perdiz roja, considerada la «reina» de la región, requiere una atención especial y un compromiso firme para su conservación y fomento. Este plan implicaría un mayor esfuerzo en el control de predadores y la dotación de herramientas adecuadas a los cazadores y sociedades de cazadores para potenciar la caza menor.
El control de predadores es un aspecto crucial para mantener el equilibrio ecológico y asegurar la supervivencia de las especies de caza menor. Esta práctica, cuando se realiza de manera responsable y científicamente fundamentada, puede contribuir significativamente a la conservación de la biodiversidad. La formación de especialistas en control de depredadores, contemplada en el convenio firmado con la Federación Regional de Caza, es un paso importante en esta dirección.
Otro aspecto fundamental es el fomento de la caza social, defendida por la federación. Esta modalidad de caza, más accesible y arraigada en las comunidades locales, se fortalece a través de convenios formativos para la obtención de licencias de caza, control de predadores y vigilancia de cotos. El trabajo «callado» de las sociedades de cazadores locales es esencial para mantener viva esta tradición y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
Colaboración institucional y proyección futura
La estrecha colaboración entre la Consejería de Desarrollo Sostenible y la Federación Regional de Caza ha dado lugar a importantes logros, como la firma del primer convenio que faculta a la federación, bajo supervisión administrativa, para formar a nuevos cazadores, vigilantes de cotos y especialistas en control de depredadores. Estas iniciativas formativas están teniendo una acogida muy positiva y contribuyen a profesionalizar el sector.
La participación de Castilla-La Mancha en proyectos europeos como el ‘LIFE Iberconejo’ demuestra el compromiso de la región con la gestión sostenible de especies como el conejo, tanto en áreas de sobrepoblación como en zonas donde su presencia es escasa. Este enfoque equilibrado es fundamental para mantener la salud de los ecosistemas y la viabilidad de la actividad cinegética.
Mirando hacia el futuro, la Consejería está trabajando activamente para integrar a Castilla-La Mancha en el Convenio de licencia interautonómica, una medida que se espera esté firmada antes de fin de año. Esta iniciativa facilitará la práctica de la caza entre diferentes comunidades autónomas, promoviendo un enfoque más unificado y coherente a nivel nacional.
En conclusión, el Pacto por la Caza de Castilla-La Mancha está demostrando ser una herramienta efectiva para el desarrollo sostenible del sector cinegético en la región. A pesar de los desafíos pendientes, el compromiso conjunto de la administración y el sector augura un futuro prometedor para una actividad que no solo tiene un impacto económico significativo, sino que también juega un papel crucial en la conservación del medio ambiente y el mantenimiento de las tradiciones rurales.