Don Juan Carlos ha creado una fundación en Abu Dhabi junto a sus hijas, Elena y Cristina, con el objetivo de promover su legado histórico y, al mismo tiempo, facilitar la transferencia de su patrimonio a sus herederas. Esta fundación, cuyo propósito es financiar actividades educativas y culturales para dar a conocer la figura del emérito, aprovecha las ventajas fiscales y legales del país árabe para centralizar su fortuna fuera de España y dejarla a sus hijas.
La legislación de los Emiratos Árabes Unidos ofrece un marco legal favorable para este tipo de fundaciones, caracterizado por una casi nula fiscalidad y una gran discreción en cuanto a sus normas de funcionamiento y la titularidad de los bienes. Esto permite que los herederos controlen el patrimonio de la sociedad tras el fallecimiento de sus progenitores sin que se revele la identidad de ninguno de ellos.
Un Mecanismo Discreto para la Transferencia Patrimonial
La creación de esta fundación en Abu Dhabi, donde Don Juan Carlos reside desde 2020, se ha producido con la colaboración de un abogado español. Tanto Elena como Cristina figuran como miembros de su patronato. La decisión de establecer la fundación en Emiratos Árabes Unidos se basa en la búsqueda de un sistema legal que permita la transferencia de su fortuna de forma segura y discreta, aprovechando la legislación favorable del país.
La fundación, a través de la financiación de proyectos educativos y culturales, busca promover el legado histórico de Don Juan Carlos. Sin embargo, la elección de Abu Dhabi como sede de la fundación, un país con una legislación que privilegia la discreción y la privacidad en las operaciones financieras, sugiere que la transmisión del patrimonio familiar es una de las principales motivaciones detrás de su creación.
Un Antecedente de Renuncias y Controversias
Es importante recordar que el Rey Felipe VI, al igual que la Princesa Leonor, renunciaron a cualquier herencia que pudiera dejarles el Rey Emérito en 2019. Esta decisión se produjo tras las controversias que rodearon a la Fundación Lucum, creada en 2008 por Don Juan Carlos para ocultar una donación de 100 millones de dólares de Arabia Saudí.
La creación de la fundación en Abu Dhabi y la elección de las infantas Elena y Cristina como herederas, junto con las controversias que rodearon a las fundaciones Lucum y Zagatka (otra fundación vinculada a Don Juan Carlos creada por Álvaro de Orleans-Borbón), evidencian un contexto marcado por las presiones y exigencias de transparencia en torno al patrimonio del Rey Emérito.
En este escenario, la decisión de Don Juan Carlos de crear una fundación en Emiratos Árabes Unidos se interpreta como una estrategia para proteger su patrimonio y asegurar su transmisión a sus hijas de forma discreta y eficiente. La fundación, si bien busca promover su legado histórico, también sirve como un mecanismo legal para facilitar la transferencia de su fortuna, aprovechando las ventajas fiscales y legales del país árabe.