La política española se encuentra en un momento de turbulencia, con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, enfrascado en una «huida hacia adelante» que, según sus críticos, pretende hacer «saltar por los aires la institucionalidad» del país. Desde el Partido Popular (PP), su portavoz, Borja Sémper, ha acusado a Sánchez de ignorar los principios democráticos básicos al mostrarse dispuesto a gobernar sin el apoyo del Poder Legislativo.
En una entrevista reciente, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, arremetió duramente contra las palabras de Sánchez, afirmando que evidencian que al presidente del gobierno le da «igual» lo que diga el Parlamento. Sémper, por su parte, ha recurrido a la ironía para resaltar la «pasión y el convencimiento» de Sánchez con el parlamentarismo, señalando que en cualquier democracia parlamentaria del mundo, cuando un presidente pierde la confianza o no tiene apoyos en el Parlamento, lo que se hace es disolver las Cortes y convocar elecciones.
LA HUIDA HACIA ADELANTE DE SÁNCHEZ
Sin embargo, Sémper ha señalado que, a diferencia de lo que ocurre «en cualquier democracia del mundo», Sánchez «está es en una huida hacia adelante de imprevisibles consecuencias que pretende hacer reventar y hacer saltar por los aires la institucionalidad en este país». Según el portavoz del PP, a Sánchez le molestan los jueces, la prensa crítica y ahora el Congreso, porque no tiene mayoría.
Esta situación, a juicio de Sémper, hace necesaria una «alternativa sensata, razonable, moderada y centrada» que, según ha resaltado, es la que representa el partido de Feijóo, cuyo objetivo es «recuperar la igualdad de los españoles y la institucionalidad«, de forma que el presidente del Gobierno se someta a preguntas de los periodistas y de la oposición en la sesión de control del Congreso.
EL LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD INSTITUCIONAL
Los comentarios de Sémper y Feijóo revelan una profunda preocupación por la deriva que parece estar tomando el liderazgo de Sánchez. Según ellos, el presidente del gobierno estaría dispuesto a gobernar sin el apoyo del Poder Legislativo, lo que constituiría una grave violación de los principios democráticos.
Esta actitud de Sánchez, denuncian, se suma a su cuestionamiento de la independencia del poder judicial y su enfrentamiento con la prensa crítica, lo que evidenciaría un patrón de conducta tendiente a concentrar el poder y debilitar los contrapesos institucionales.
Ante esta situación, el PP se presenta como una alternativa sensata y moderada, que busca recuperar la igualdad de los españoles y la institucionalidad, sometiendo al presidente del gobierno al escrutinio del Parlamento y los medios de comunicación. Esta postura refleja la importancia que el partido otorga a la rendición de cuentas y el respeto a las instituciones democráticas, en un momento en que parecen estar siendo cuestionadas.