La milhojas de patata es un plato que combina sencillez y elegancia, ideal para sorprender a tus invitados sin complicarte en la cocina. Esta receta se basa en capas finas de patata y berenjena, ingredientes básicos que, al unirse con el toque aromático del tomillo y el aceite de oliva virgen extra, se convierten en una delicia irresistible. Además de su presentación atractiva, el milhojas de patata es una opción versátil, ya sea como guarnición o como plato principal en una comida ligera.
La receta que presentamos a continuación es perfecta para cuatro personas, con solo cuatro ingredientes que probablemente ya tienes en tu cocina. La preparación es fácil y rápida, y el resultado es un plato de textura suave y sabores bien equilibrados. El milhojas de patata, junto con la berenjena, crea un contraste delicioso entre lo cremoso de las patatas y el ligero amargor de la berenjena, todo gratinado hasta alcanzar un dorado perfecto.
Ingredientes simples para una milhojas de patata y berenjena
Para preparar esta milhojas de patata y berenjena, solo necesitarás los siguientes ingredientes: dos patatas medianas, una berenjena, tomillo seco al gusto y tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cada ingrediente desempeña un papel fundamental. Las patatas aportan una base suave y sustanciosa, mientras que la berenjena, con su textura esponjosa, absorbe los sabores de las hierbas y el aceite. El tomillo añade un aroma herbal que potencia el sabor natural de las hortalizas, y el aceite de oliva realza cada bocado con su característica suavidad.
La preparación es bastante sencilla. Comienza lavando bien las patatas y la berenjena, ya que las cortaremos en rodajas finas, conservando su piel. Si tienes una mandolina, te ayudará a cortar las patatas de manera uniforme, pero también puedes hacerlo con un cuchillo bien afilado. Las rodajas de berenjena deben ser un poco más gruesas que las de patata. Una vez que tengas todo listo, es hora de ensamblar las capas de este delicioso milhojas de patata.
Elaboración fácil y rápida en 45 minutos
Tras cortar las patatas y la berenjena, pon las rodajas de patata en agua para evitar que se oxiden, mientras que las rodajas de berenjena se espolvorean con sal y se dejan reposar en un paño para que pierdan el exceso de líquido y amargor. En una bandeja de horno, previamente forrada con papel vegetal, coloca una capa de patatas cubriendo todo el fondo. Añade unas gotas de aceite de oliva y una pizca de tomillo seco. Después, cubre con una capa de berenjenas, repitiendo el proceso hasta que se agoten los ingredientes.
Hornear el milhojas de patata a 200ºC durante 40 minutos permite que las capas se cocinen de manera uniforme. Durante este tiempo, las patatas se tornan cremosas y las berenjenas adquieren un sabor concentrado, gracias a la lenta cocción. Para darle un toque crujiente y dorado, sube la temperatura del horno a 230ºC y gratina el milhojas durante 4 minutos. Este paso final es clave para lograr una textura exterior irresistible.
