Las Guardias civiles culpan a Marlaska de generar «inestabilidad» con Mercedes González y apuntan a «intereses políticos»

La Guardia Civil, pilar fundamental de la seguridad en España, se encuentra en un momento de profunda incertidumbre debido a la constante rotación en su Dirección General. Desde la llegada del actual Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en 2018, se han sucedido cinco cambios en la dirección, lo que ha generado una inestabilidad que preocupa a las asociaciones profesionales del cuerpo. Estas asociaciones advierten que la falta de continuidad en el liderazgo puede poner en riesgo la confianza de la ciudadanía en la Guardia Civil y afectar negativamente a la moral y al rendimiento de los agentes.

La inestabilidad en la Dirección General se ha convertido en un tema de debate público, con las asociaciones profesionales denunciando la falta de diálogo y la primacía de los intereses políticos sobre los criterios técnicos en la elección de los directores. Los cambios continuos generan una sensación de inestabilidad y de falta de rumbo en la institución, lo que impacta directamente en la confianza de la ciudadanía.

El Impacto de la Rotativa en la Dirección General

La continua rotación de directores generales, lejos de beneficiar a la Guardia Civil, está comprometiendo gravemente su estabilidad y capacidad para llevar a cabo su labor de manera eficiente y coordinada. La falta de continuidad en el liderazgo genera una serie de inconvenientes que afectan a la institución:

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  • Ruptura en la continuidad de los proyectos: Los cambios constantes en la dirección impiden la concreción de proyectos a largo plazo y generan una falta de cohesión en las estrategias y políticas implementadas.
  • Impacto negativo en la moral: Los agentes se sienten inseguros y desanimados ante la constante rotación, lo que afecta a su motivación y compromiso con la institución. La incertidumbre sobre el futuro y las prioridades de la dirección genera frustración y desaliento entre las filas de la Guardia Civil.
  • Pérdida de confianza ciudadana: La percepción de que la Dirección General se rige por criterios políticos y no por criterios profesionales puede erosionar la confianza de la ciudadanía en la institución. La falta de estabilidad y la percepción de un liderazgo inestable pueden generar desconfianza en la capacidad de la Guardia Civil para cumplir con su función.

La Necesidad de Diálogo y Estabilidad

Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil demandan un cambio de rumbo en la Dirección General que priorice la estabilidad y el diálogo con los agentes. La falta de comunicación entre la dirección y los agentes ha generado un clima de tensión y de desconfianza, que dificulta la resolución de los problemas que afectan a la institución.

La mejora de las condiciones laborales de los agentes, la atención a las demandas de las asociaciones profesionales y la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan a la Guardia Civil son claves para recuperar la confianza y la estabilidad en la institución. La falta de diálogo y la falta de consideración hacia las necesidades de los agentes solo sirven para aumentar la incertidumbre y la desmotivación, lo que perjudica a la institución y a la ciudadanía en general.

La Guardia Civil es una institución fundamental para la seguridad de España, y su correcto funcionamiento es esencial para la tranquilidad y la confianza de la sociedad. Es necesario que la Dirección General priorice la estabilidad, la transparencia y el diálogo con las asociaciones profesionales para recuperar la confianza y garantizar el bienestar de los agentes y la seguridad de la ciudadanía.

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