La crisis de los ‘ni-ni’ en Marruecos ha cobrado una nueva dimensión tras el intento de asalto masivo a la frontera de Ceuta. El suceso, que ha dejado en evidencia la precaria situación de muchos jóvenes marroquíes, ha desatado una ola de críticas hacia el gobierno del primer ministro, Aziz Ajanuch, por su aparente indiferencia ante el problema. Los medios marroquíes han dirigido la mirada hacia el gobierno, acusándolo de falta de acción y de políticas para atender las necesidades de este sector de la población.
La preocupación por el futuro de los ‘ni-ni’ (jóvenes que no estudian ni trabajan) no es nueva. La falta de oportunidades y perspectivas laborales ha llevado a muchos a buscar alternativas, incluso arriesgando sus vidas en un intento de alcanzar una vida mejor en Europa. El gobierno de Ajanuch, sin embargo, parece haber hecho oídos sordos a las voces de alerta. Su silencio y falta de acción frente a la crisis de los ‘ni-ni’ solo ha servido para alimentar la sensación de abandono y desesperación entre los jóvenes.
La ceguera del gobierno frente a la crisis de los ‘ni-ni’
El intento de asalto masivo a la frontera de Ceuta ha sido interpretado por muchos como un grito desesperado de los ‘ni-ni’, que buscan una salida a la desesperación y la falta de oportunidades que enfrentan en su propio país. El gobierno, sin embargo, parece haber elegido la estrategia del avestruz, ignorando la magnitud del problema y las consecuencias de su inacción. Los medios marroquíes no han dudado en criticar esta postura, calificándola de «ceguera voluntaria» e «insoportable silencio».
La falta de políticas sociales y la ausencia de un plan integral para afrontar el problema de los ‘ni-ni’ se han convertido en una bomba de tiempo. Los medios marroquíes han alertado de la existencia de 1,5 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan, un número que refleja la gravedad de la situación y la urgencia de tomar medidas. El gobierno, sin embargo, continúa ignorando la crisis, condenando a los ‘ni-ni’ a un futuro incierto y sin esperanza.
La necesidad de políticas integrales para abordar el problema de los ‘ni-ni’
La crisis de los ‘ni-ni’ en Marruecos no puede ser ignorada. Es un problema que afecta a la sociedad en su conjunto y que requiere una respuesta urgente y contundente por parte del gobierno. Se necesitan políticas integrales que aborden las causas de la problemática, fomentando la educación, la formación profesional, la inserción laboral y el desarrollo de oportunidades para los jóvenes.
La creación de programas de formación profesional, la inversión en infraestructuras educativas y la promoción del emprendimiento son algunos de los puntos clave que deben incluirse en un plan de acción efectivo. Asimismo, el gobierno debe establecer mecanismos de colaboración con el sector privado para generar empleos y oportunidades para los jóvenes.
Es indispensable que el gobierno de Marruecos se tome en serio la situación de los ‘ni-ni’ y adopte medidas concretas para solucionar la crisis. De lo contrario, se corre el riesgo de que la frustración y la desesperación entre los jóvenes se conviertan en un caldo de cultivo para la violencia y la inestabilidad social. Es necesario que el gobierno ponga fin a su política de «ceguera voluntaria» y asuma su responsabilidad frente a la crisis de los ‘ni-ni’, trabajando en un plan integral que permita a los jóvenes marroquíes construir un futuro mejor.