La propuesta del Gobierno de transferir la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a País Vasco y Navarra ha generado un intenso debate político. Vox, en una postura firme, defiende la preservación de la caja única de la Seguridad Social, argumentando que la transferencia del IMV a las comunidades autónomas con régimen foral es un paso peligroso que podría poner en riesgo la unidad y la equidad del sistema de bienestar social.
Este punto de vista se basa en la idea de que la caja única de la Seguridad Social es el pilar fundamental que garantiza la sostenibilidad y la equidad del sistema de pensiones y prestaciones sociales para todos los ciudadanos. La fragmentación de la gestión del IMV podría abrir la puerta a la fragmentación del sistema en su conjunto, creando una situación de desigualdad entre regiones y, en última instancia, poniendo en riesgo la seguridad social en su conjunto.
El riesgo de la fragmentación: ¿un ataque a la caja única?
Vox considera que la decisión del Tribunal Constitucional de avalar el traspaso del IMV a País Vasco y Navarra es un precedente peligroso que podría suponer un ataque a la caja única de la Seguridad Social. La posibilidad de que otras comunidades autónomas reclamen la gestión de otras prestaciones, o incluso del propio sistema económico de la Seguridad Social, se presenta como una seria amenaza a la unidad del sistema.
El partido liderado por Santiago Abascal argumenta que la gestión del IMV debe ser única y centralizada para garantizar la igualdad y la equidad en el acceso a las prestaciones. La creación de dos sistemas paralelos, uno para las comunidades de régimen foral y otro para el resto de España, generaría una clara disparidad en la gestión y aplicación de las políticas sociales, lo que podría afectar negativamente a la cohesión social y la percepción de justicia.
Vox propone la defensa de la Seguridad Social frente a la fragmentación
Vox defiende la necesidad de preservar la caja única de la Seguridad Social como un pilar fundamental del sistema de bienestar social. La propuesta de transferir el IMV a las comunidades forales, a juicio del partido, vulnera los principios de universalidad, unidad e igualdad que deben regir la Seguridad Social.
Ante esta situación, Vox se posiciona en defensa de la unidad del sistema, planteando la necesidad de una legislación que impida la fragmentación de la gestión de las prestaciones sociales y que refuerce la caja única como garantía de la sostenibilidad y equidad del sistema de pensiones y prestaciones sociales. El partido considera que la decisión de transferir el IMV a las comunidades forales es un paso en falso que podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la Seguridad Social y, por lo tanto, para la cohesión social y el bienestar de los ciudadanos.