El sabor de los buñuelos de bacalao evoca los recuerdos más entrañables de la cocina tradicional. Esta receta, clásica en muchas regiones, especialmente en España y Portugal, combina el delicado sabor del bacalao desalado con una masa esponjosa y dorada, que se fríe hasta alcanzar una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Si bien puede parecer una preparación compleja, con algunos consejos y las proporciones exactas de ingredientes, cualquier persona puede disfrutar de unos buñuelos de bacalao en su propia cocina.
A la hora de preparar buñuelos de bacalao, el punto clave está en conseguir una masa homogénea y una fritura precisa. Cada paso es fundamental para que el resultado sea perfecto, desde la elección de un buen bacalao desalado hasta el control de la temperatura del aceite para freír. Con la receta correcta, los buñuelos se convertirán en un plato estrella para reuniones familiares o comidas especiales.
Ingredientes para unos buñuelos de bacalao perfectos

Para preparar estos deliciosos buñuelos de bacalao, necesitarás 400 gramos de bacalao desalado, una cebolla grande o dos cebolletas, perejil fresco al gusto, 200 gramos de harina de trigo, 150 gramos de mantequilla, 300 mililitros de agua, tres huevos grandes, dos cucharaditas de levadura química y un litro de aceite de oliva suave o girasol para freír. También es importante contar con una pizca de sal, teniendo cuidado de no sobrepasarse si el bacalao aún conserva algo de salinidad.
El proceso comienza con la preparación del bacalao, que debe ser desmigado finamente después de haber estado desalado durante al menos 48 horas. Mientras tanto, la cebolla se pica muy menuda y se sofríe en aceite a fuego lento hasta volverse transparente. A continuación, se añade el bacalao para dorarlo durante unos minutos antes de incorporar el perejil fresco. Este paso aporta un aroma y color muy característicos a los buñuelos de bacalao.
El secreto para una masa ligera y esponjosa

La clave para obtener buñuelos de bacalao ligeros y esponjosos radica en la preparación cuidadosa de la masa. Se hierve agua con mantequilla y, al retirarla del fuego, se añade la harina tamizada con levadura, removiendo hasta lograr una masa compacta. Una vez que la masa se enfría, se incorporan los huevos uno a uno, asegurando una mezcla homogénea. Luego, se añade el bacalao y la cebolla, dejando reposar la masa unos 20 minutos antes de freír.
La fritura es esencial para conseguir buñuelos crujientes por fuera y suaves por dentro. Es importante usar aceite a temperatura media, freír en pequeñas tandas y vigilar que los buñuelos no se doren demasiado rápido ni absorban demasiado aceite. Tras sacarlos del aceite, se colocan sobre papel absorbente y se sirven calientes, con alioli o limón. Estos buñuelos de bacalao, ya sean como aperitivo o plato principal, son un reflejo de la cocina tradicional de nuestras abuelas, que combina sabor y textura en cada bocado.