Sevilla, en un juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Sevilla, Alfredo G.C., acusado de asesinar a su pareja sentimental en 2022, ha declarado que cometió el crimen «borracho» y dominado por la «rabia» a causa de los celos. A pesar de sus afirmaciones, el acusado asegura que «nunca» quiso matar a la víctima.
Este juicio ha generado gran interés en la ciudad, con la familia de la víctima presente en la sala y siguiendo de cerca la evolución del proceso judicial. La Fiscalía, la familia y la Junta de Andalucía han presentado sus acusaciones contra el acusado, quien ha optado por responder únicamente a las preguntas de su abogada defensora.
**El acusado describe una noche marcada por el alcohol y los celos**
Alfredo G.C., de nacionalidad boliviana al igual que la fallecida, ha relatado que en las horas previas al crimen, él y su pareja consumieron grandes cantidades de alcohol en su vivienda de la calle Ágata. Según su versión, llegaron a comprar hasta 30 litros de cerveza, y él mismo consumió cinco jarras de la misma bebida en la calle poco antes del incidente.
El acusado ha atribuido sus acciones al estado de ebriedad y a la «rabia» que sentía por los celos. Afirma haber conocido que su pareja había tenido un contacto de índole sexual con otro hombre, lo que le provocó un gran enfado. Al ser interrogado sobre el momento del crimen, ocurrido la noche del 24 al 25 de abril de 2022, cuando presuntamente asfixió a la víctima en su dormitorio, el acusado ha declarado: «No me acuerdo. No sé lo que pasó».
**Arrepentimiento y petición de perdón**
Pese a su declaración, Alfredo G.C. ha asegurado que «nunca» quiso acabar con la vida de su pareja y ha mostrado «mucho» arrepentimiento por lo sucedido. En un intento de mitigar las consecuencias de sus acciones, ha pedido «perdón» a la familia de la fallecida y ha afirmado que él la quería «mucho» y que tenía planes de futuro con ella.
**La Fiscalía pide 29 años de prisión**
La Fiscalía ha solicitado una condena de 29 años de prisión para Alfredo G.C., quien enfrenta la posibilidad de ser declarado culpable por un jurado popular. La defensa, por su parte, intentará demostrar que el acusado actuó en un estado de ebriedad y bajo el influjo de los celos, lo que podría atenuar la pena.
El juicio continúa con la presentación de pruebas y la declaración de testigos. La familia de la víctima espera que se haga justicia por la muerte de su familiar y que el acusado sea condenado por el crimen que se le imputa.
Este caso pone de manifiesto la gravedad de la violencia de género y la importancia de la lucha contra la misma. La sociedad debe estar vigilante ante este tipo de situaciones y proporcionar apoyo a las víctimas.