La banca reduce su morosidad en casi 500 millones en julio

La morosidad bancaria en España ha experimentado una significativa disminución en los últimos meses, según los datos publicados recientemente por el Banco de España. Esta tendencia positiva refleja la continua recuperación del sistema financiero español y su capacidad para gestionar eficazmente los riesgos asociados a los créditos dudosos.

En este contexto, es crucial analizar los factores que han contribuido a esta mejora y comprender cómo la banca puede mantener esta tendencia hacia una mayor estabilidad financiera. El presente artículo explorará las cifras clave, las implicaciones y las estrategias que las entidades financieras deben considerar para fortalecer aún más su posición.

CAÍDA CONSTANTE DE LA RATIO DE MOROSIDAD

Los datos del Banco de España muestran que el volumen de créditos de dudoso cobro en los balances bancarios a finales de julio ascendía a 40.428 millones de euros, 462 millones de euros menos que en junio. Esta disminución se ha traducido en una reducción de la ratio de morosidad, que se situó en el 3,42%, manteniéndose en mínimos desde diciembre de 2008.

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Cabe destacar que, en comparación con julio de 2023, se observa una caída aún más significativa en el volumen de créditos morosos, de 1.326 millones de euros, lo que ha llevado la ratio de mora a situarse en el 3,50% en ese momento.

Estos datos positivos reflejan los esfuerzos de las entidades bancarias por sanear sus balances y reducir la exposición a activos de mayor riesgo. Esto, a su vez, contribuye a fortalecer la confianza en el sistema financiero y a mejorar las condiciones de acceso al crédito para familias y empresas.

MEJORA GENERALIZADA EN EL SECTOR BANCARIO

El análisis de los datos desglosados por tipo de entidad muestra que la tendencia de mejora en la calidad de los activos se extiende a todo el sector bancario.

En el caso de las entidades de depósito (bancos, cajas y cooperativas), la ratio de dudosos cerró julio en el 3,31%, reduciéndose frente al 3,32% del mes anterior y al 3,39% registrado en julio de 2023. Esto se tradujo en una cartera de dudosos de 37.379 millones de euros, 453 millones de euros menos que en junio y 1.354 millones de euros menos que en el mismo mes del año anterior.

Por otro lado, los establecimientos financieros de crédito también experimentaron una mejora, aunque a un ritmo más lento. Su tasa de mora se situó al cierre de julio en el 6,64%, por encima del 6,43% del mes anterior. En términos absolutos, el volumen de crédito dudoso de este tipo de entidades ascendía a 2.877 millones de euros, 44 millones más que en junio, pero 35 millones de euros menos que en julio de 2023.

Estos resultados heterogéneos evidencian la necesidad de que todas las entidades financieras, independientemente de su tipología, sigan trabajando de manera proactiva para fortalecer sus carteras de crédito y mantener una adecuada gestión del riesgo.

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PROVISIONES Y SANEAMIENTO DE BALANCES

Un aspecto clave en la mejora de la calidad de los activos bancarios es el adecuado nivel de provisiones mantenido por las entidades de crédito. Según los datos del Banco de España, las provisiones del total de entidades de crédito se situaron en julio en 29.064 millones de euros, lo que supone un descenso de 188 millones de euros en comparación con junio.

Esta reducción en las provisiones refleja la menor necesidad de dotaciones para hacer frente a posibles impagos, lo que a su vez se traduce en una mejora de la cuenta de resultados de las entidades. No obstante, es fundamental que las entidades mantengan un nivel adecuado de provisiones que les permita hacer frente a futuros deterioros de la cartera crediticia.

Además, el saneamiento de los balances bancarios sigue siendo una prioridad clave para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo. Las entidades deben continuar trabajando en la gestión eficaz de sus activos problemáticos, ya sea mediante la venta, la reestructuración o la resolución de estos créditos, con el fin de fortalecer su posición y mejorar su capacidad de generación de beneficios.

En conclusión, la disminución de la morosidad bancaria en España es una señal alentadora de la recuperación del sistema financiero y de la capacidad de la banca para gestionar adecuadamente los riesgos. Sin embargo, mantener esta tendencia y fortalecer aún más la salud financiera de las entidades requerirá un enfoque estratégico por parte de los bancos, que deberán continuar trabajando en el saneamiento de sus balances y en la mejora de la calidad de sus activos.

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