La polémica Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria, aprobada en la anterior legislatura por PRC y PSOE, está en peligro de ser derogada. En un pleno marcado por la tensión, PP y Vox han logrado sacar adelante la toma en consideración de la proposición de ley para su eliminación, un paso crucial en el camino hacia su derogación definitiva. La iniciativa, impulsada por la derecha, ha encontrado una fuerte oposición por parte de la izquierda, que ha expresado su compromiso de aprobar una nueva ley de memoria democrática en caso de recuperar la mayoría parlamentaria.
Este debate, que refleja una profunda división ideológica en la región, ha puesto en el centro de la atención la memoria histórica y la convivencia en Cantabria. La derecha argumenta que la ley actual es un instrumento de división y que su derogación es necesaria para lograr una convivencia más armoniosa. Por otro lado, la izquierda defiende la ley como un acto de justicia histórica y una herramienta para reparar las heridas del pasado, asegurando que la derogación supone un retroceso en la defensa de los derechos humanos.
PP y Vox: La Derogación como Prioridad
El PP, que incluyó la derogación de la Ley de Memoria Histórica en su programa electoral, considera que su eliminación es esencial para mejorar la convivencia en la región. Los ‘populares’ argumentan que la ley se aprobó «sin ningún consenso» y que fue «una imposición» del PSOE al PRC. Además, critican que la ley crea una distinción entre víctimas de primera y segunda, otorgando reconocimiento y reparación solo a las víctimas del golpe militar.
Vox, por su parte, considera que la ley vigente es un «atentado contra la libertad política, de pensamiento, de cátedra» y que su objetivo es «dividir a los españoles» y «reescribir la historia». Para Vox, la memoria histórica debe ser un espacio de «reconciliación» y «respeto por todas las víctimas», sin distinción de bandos.
PRC y PSOE: Compromiso con la Memoria Democrática
Ante el avance de la derecha, PRC y PSOE han mostrado su firme oposición a la derogación de la Ley de Memoria Histórica. Ambos partidos han expresado su compromiso de aprobar una nueva ley de memoria democrática en caso de recuperar la mayoría parlamentaria.
Para el PRC, la derogación de la ley supone un «ataque a la libertad, la convivencia y las libertades que reconoce la Constitución Española». El partido regionalista ha hecho un llamamiento al PP a suspender la tramitación de la derogación y a crear una mesa de diálogo entre todos los partidos para consensuar una nueva ley.
El PSOE, por su parte, considera que la Ley de Memoria Democrática es un avance en derechos humanos y defiende el derecho a la justicia, la verdad y la reparación para las víctimas. Los socialistas han criticado la postura del PP, acusándolo de «blanquear la dictadura» y de justificar la derogación de la ley con el argumento de la convivencia, cuando «les cuesta llamar dictadura a los 40 años en los que el franquismo tuvo sometido a este país y sus ciudadanos».
La Derogación, Un Primer Paso en una Lucha por la Memoria
La toma en consideración de la proposición de ley para derogar la Ley de Memoria Histórica marca un punto de inflexión en el debate sobre la memoria histórica en Cantabria. La derecha, con el apoyo de Vox, ha logrado avanzar en su agenda de retroceso histórico, pero la izquierda ha dejado claro su compromiso con la memoria democrática.
La lucha por la memoria y la convivencia en Cantabria se intensifica. La derogación de la ley, si se materializa, será un duro golpe para la izquierda, pero también una oportunidad para que la sociedad civil y las organizaciones de memoria histórica se movilicen en defensa de la verdad y la justicia. El futuro de la memoria histórica en Cantabria está en juego, y la lucha por su preservación promete ser intensa.