La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha observado cómo las freidoras de aire han conquistado rápidamente las cocinas de millones de hogares, gracias a su capacidad para preparar comidas crujientes y sabrosas con menos aceite. En 2023, se vendieron más de 1.600.000 unidades en España, un claro indicio de su popularidad. Sin embargo, su éxito ha venido acompañado de preocupaciones sobre la seguridad, después de que se reportaran accidentes como quemaduras e incluso incendios. Estos incidentes han llevado a muchos a cuestionar: ¿son realmente seguras las freidoras de aire?
La OCU ha decidido investigar este fenómeno, sometiendo a varios modelos de freidoras de aire a rigurosas pruebas de seguridad. A través de su análisis, esta organización busca determinar si los riesgos asociados a estos dispositivos son inherentes o si son situaciones aisladas provocadas por un uso inadecuado. A pesar de los accidentes reportados, aseguran que, con un manejo adecuado, estos electrodomésticos pueden ser seguros y eficaces.
Seguridad térmica: ¿un riesgo oculto?

En sus evaluaciones, la OCU se centra en aspectos críticos como la seguridad térmica de las freidoras de aire. Las pruebas consisten en medir las temperaturas alcanzadas en las superficies exteriores del aparato, con el objetivo de prevenir quemaduras. Aunque los modelos que pasan estas pruebas son considerados seguros, el riesgo de quemaduras sigue presente, especialmente si se toca cualquier parte caliente del dispositivo. Por lo tanto, es vital que los usuarios se mantengan alerta y sigan las pautas de uso para evitar accidentes.
Además, la seguridad eléctrica es un aspecto clave en la evaluación de las freidoras de aire. La OCU verifica que no existan partes eléctricas expuestas y que todos los componentes estén correctamente aislados. A pesar de estas medidas, siempre se recomienda precaución al utilizar aparatos eléctricos. Desconectar la freidora antes de limpiarla y evitar el contacto con el agua son prácticas esenciales para prevenir accidentes eléctricos.
Consejos prácticos de la OCU para un uso seguro

Para maximizar la seguridad al usar una freidora de aire, la OCU recomienda seguir ciertas pautas. Una de las más importantes es no sobrecargar el aparato, ya que esto puede causar un mal funcionamiento y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento. También es fundamental mantener la freidora limpia, retirando cualquier residuo de alimentos que pudiera quedar tras su uso. Esta simple medida no solo ayuda a evitar incendios, sino que también prolonga la vida útil del electrodoméstico.
Además, se sugiere leer detenidamente el manual de instrucciones antes de utilizar la freidora. Conocer el funcionamiento y las características del aparato es esencial para un uso seguro y eficaz. También se debe prestar atención a la ubicación del aparato, asegurándose de que esté en una superficie estable y fuera del alcance de los niños. La combinación de estos consejos puede reducir considerablemente los riesgos asociados con su uso.
En conclusión, las freidoras de aire son, en términos generales, seguras si se utilizan de manera adecuada y se mantienen en buen estado. La OCU ha encontrado que, al seguir las recomendaciones de seguridad, los usuarios pueden disfrutar de los beneficios de estos aparatos sin comprometer su bienestar. Sin embargo, siempre es importante estar alerta y actuar con precaución, ya que el uso responsable es clave para evitar cualquier incidente en la cocina.