La juventud española se enfrenta a un gran reto en cuanto a la adopción de un estilo de vida sostenible. A pesar de que el 86,8% expresa una alta preocupación por el medioambiente, el 95% afirma encontrar barreras para poder hacerlo. Estas barreras incluyen el alto coste de los productos sostenibles, la falta de incentivos económicos y la percepción de que las acciones individuales tienen poco impacto.
Esta preocupación está directamente relacionada con las experiencias que los jóvenes han tenido con fenómenos extremos como olas de calor, incendios, sequías excepcionales, plagas de insectos y animales y la contaminación del aire, los cuales afectan tangiblemente su vida diaria. El perfil de los que más intranquilidad muestran es el de mujeres con estudios universitarios que continúan estudiando y que han vivido en primera persona estos eventos extremos.
Adopción de Hábitos Sostenibles y su Impacto en la Salud
A pesar de estas barreras, el 47,5% de los jóvenes afirma haber adoptado hábitos sostenibles en respuesta al cambio climático, como reciclar, consumir productos de temporada o desplazarse de forma sostenible. Sin embargo, acciones que implican un mayor compromiso, como participar en manifestaciones o pertenecer a asociaciones que luchan contra el cambio climático, son más minoritarias.
El estudio también ha mostrado que cuanto mayor es la preocupación por el medio ambiente entre los jóvenes, mayor es la preocupación por la salud: casi el 65% de los encuestados que se preocupan mucho por el medioambiente también están muy preocupados por la salud. Además, uno de cada tres conoce el término ‘One Health’, que interrelaciona la salud humana, la salud animal y el medioambiente, y más de la mitad concluyen que la conexión entre el medioambiente y su salud se hace evidente a través de la necesidad de mantener una buena calidad de aire y agua.
La Confianza de los Jóvenes en las Fuentes de Información
Por último, la investigación ha detallado que la juventud otorga mayor confianza a la información de la comunidad científica, seguida de cerca de la proveniente de organizaciones internacionales y activistas ecológicos. Por debajo están las empresas y los gobiernos y administraciones públicas, y por último, los medios de comunicación y las redes sociales.
En resumen, la preocupación de los jóvenes españoles por el medioambiente es alta, y está directamente relacionada con sus experiencias con fenómenos extremos que afectan tangiblemente su vida diaria. Aunque la adopción de hábitos sostenibles es considerable, aún existen barreras que dificultan que la mayoría pueda llevar un estilo de vida sostenible. Además, la preocupación por el medioambiente se correlaciona con una mayor preocupación por la salud, lo que evidencia la interconexión entre estos dos ámbitos. Los jóvenes confían especialmente en la información proveniente de la comunidad científica y las organizaciones internacionales, lo que subraya la necesidad de involucrarlos en las estrategias y soluciones para abordar la crisis climática.