La Audiencia de Sevilla ha condenado a 12 años y medio de prisión a un hombre de 32 años que fue juzgado por un jurado popular, acusado de asesinar a puñaladas al padrastro de su pareja sentimental en el Polígono Sur de la capital hispalense. El condenado admitió los hechos, mostró arrepentimiento y pidió perdón a los familiares de la víctima.
La sentencia recoge que los hechos ocurrieron en septiembre de 2022, cuando el acusado agredió a su pareja, lo que motivó que ella se fuera a casa de su madre, donde convivía con el fallecido. Más tarde, el condenado se presentó allí y, desde la calle, le gritaba a su pareja para que bajara a hablar con él. En ese momento, se inició una discusión entre el acusado y la víctima, quien bajó a la calle. Fue entonces cuando el condenado, de forma sorpresiva, sacó un cuchillo y le asestó dos puñaladas por la espalda, una en el costado y otra en la espalda.
Una Condena Justa Tras la Tragedia
La Audiencia considera probado que el condenado era consumidor habitual de sustancias tóxicas, lo que le causaba trastornos mentales y de personalidad, y que en el momento de los hechos estaba bajo los efectos de dichas sustancias, lo que «limitaba, sin suprimir, sus facultades intelectivas y volitivas». Por este motivo, la Fiscalía rebajó su petición de condena de 20 años a 12 años y medio.
En la sentencia, la Audiencia condena al acusado a 12 años y seis meses de prisión por un delito de asesinato con la atenuante muy cualificada de drogadicción, así como a que indemnice con un total de 240.000 euros a la familia del fallecido. La víctima falleció por una hemorragia interna severa causada por las puñaladas, sin tener oportunidad de defenderse.
Justicia y Reparación: Cerrando un Capítulo Doloroso
Esta sentencia representa un paso importante en el proceso de justicia y reparación para la familia de la víctima. Si bien nada podrá devolver la vida del fallecido, la condena y la indemnización económica buscan brindar un cierre a este capítulo doloroso y enviar un mensaje claro de que la violencia no será tolerada.
Es crucial que casos como este sirvan como un llamado a la prevención y al tratamiento de los problemas de salud mental y adicciones, que pueden llevar a actos de violencia devastadores. Sólo mediante una sociedad más consciente, empática y comprometida con el bienestar de todos, podremos evitar que tragedias como esta se repitan.