viernes, 2 mayo 2025

¿Es más barato vapear que fumar?

Existe un debate entre vapeadores y fumadores sobre cuál de ambas opciones resulta más económica para el bolsillo de los consumidores. Aunque ambas opciones cuentan con sus admiradores y detractores, es importante comparar los costes de una manera objetiva, teniendo en cuenta todos los gastos que implica elegir una u otra opción.

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¿Cuánto cuesta vapear?

El coste de vapear puede ser muy variable en función de la elección del vaper que se lleve a cabo. Para empezar a vapear lo primero que se necesita es un dispositivo, el vaper, que tiene un coste que puede oscilar entre los 25 y los 100 euros dependiendo de la marca y características del propio dispositivo.

Este es el coste inicial más importante, pero luego hay que ir reponiendo los líquidos para el dispositivo a medida que se va agotando con su uso. Aunque el precio puede ser muy variable en función del tamaño, de si contiene o no nicotina y de la calidad, la mayoría de ellos se encuentran entre los 10 y los 30 euros por recambio.

A un vapeador frecuente puede durarle de una a dos semanas, así que puede suponer un gasto de entre 30 y 80 euros al mes. Un vaper puede necesitar otros repuestos, como pueden ser las resistencias, que podrían incrementar el gasto que supone vapear.

¿Cuánto cuesta fumar cigarrillos tradicionales?

En cuanto al coste de fumar, es cierto que los cigarrillos tradicionales no necesitan de una inversión inicial en un dispositivo, como es el caso del vaper. Solo se necesita comprar un paquete de cigarrillos y tener a mano un encendedor para poder prenderlo. El coste de esto puede variar de entre los 5 y los 10 euros en función de la marca de cigarrillo que elijas.

Un fumador habitual a lo largo de un mes puede invertir una suma de dinero que va desde los 100 euros, si apenas fuma unos pocos cigarros al día; hasta los 200 euros, si fuma mucho y consume hasta un paquete de cigarrillos al día. El precio del tabaco, además, puede variar mucho en función de las normativas fiscales, que normalmente cambian cada cierto tiempo y producen cambios en el precio del tabaco.

Entonces, ¿qué opción resulta más económica?

Pues no podemos afirmar que exista una única respuesta ante esta cuestión, ya que va a depender en gran medida de los hábitos de consumo de cada persona. Un vapeador ocasional va a invertir menos dinero al mes que un fumador diario, pero una persona que use su vaper constantemente, compre líquidos de calidad premium y reemplace su dispositivo con frecuencia va a invertir una suma muy parecida a la de un fumador habitual cada mes.

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La única diferencia clara y significativa se encuentra en el coste inicial, que es elevado en el caso del vaper y bajo para el tabaco.

Como se puede apreciar, no existe una respuesta clara y única sobre cuál de ambos productos resulta más barato para el bolsillo, ya que va a depender mucho de la frecuencia de consumo y de la tendencia a optar por productos de más o menos calidad.

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