El próximo martes se celebra en la Audiencia Nacional el juicio contra Aitor Aguirrebarrena, alias ‘Peio’, y Asier Arzalluz, ‘Santi’, exintegrantes de la banda terrorista ETA, por el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. El crimen, perpetrado el 7 de mayo de 2000 en Andoain (Guipúzcoa), vuelve a la palestra judicial con la confesión de ambos acusados sobre su participación en el atentado. La Fiscalía solicita una condena de 26 años de cárcel para cada uno por un delito de terrorismo de causación dolosa de muerte, además de una indemnización de 300.506 euros a los familiares de la víctima.
Este juicio se enmarca en un contexto de lucha contra el terrorismo y la búsqueda de justicia para las víctimas de ETA. José Luis López de Lacalle, periodista del diario El Mundo, fue asesinado a tiros en plena calle cuando regresaba a su domicilio. Este acto de violencia, que conmocionó a la sociedad española, pone de manifiesto la crudeza del terrorismo y sus devastadoras consecuencias. La pena solicitada por la Fiscalía refleja la gravedad del delito y la necesidad de aplicar todo el peso de la ley contra quienes atentan contra la vida y la libertad de expresión. La indemnización económica busca, en la medida de lo posible, resarcir el daño causado a la familia de la víctima.
Este caso no es un hecho aislado, sino que se enmarca dentro de la larga trayectoria de violencia de ETA. El terrorismo de ETA, que durante décadas sembró el terror en España, dejó un profundo impacto en la sociedad. La lucha contra esta lacra ha sido una prioridad para el Estado español, que ha empleado todos los medios a su alcance para perseguir y desarticular a la organización terrorista. La celebración de este juicio reafirma el compromiso del Estado con la justicia y la memoria de las víctimas del terrorismo.
Nuevas evidencias y el «Comando Totto»
Por este crimen ya fueron condenados José Ignacio Guridi Lasa, autor material del asesinato, y Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, quien organizó y ordenó el atentado. La implicación de Arzalluz y Aguirrebarrena salió a la luz gracias a nuevas evidencias encontradas en un almacén de ETA en Castres (Francia) en 2002. Entre la documentación incautada, se hallaron manuscritos en euskera, conocidos como «kantadas», que señalaban la posible implicación de ambos en el comando Totto, el grupo responsable del asesinato de López de Lacalle. Estos hallazgos documentales e indagaciones posteriores de la Policía y la Guardia Civil permitieron completar el puzle y llevar ante la justicia a todos los miembros del comando.
El análisis de las «kantadas» y otros documentos permitió reconstruir la estructura y el modus operandi del comando Totto. Según la investigación, ‘Txapote’, como máximo responsable del aparato militar de ETA, reclutó a Guridi Lasa en 1999 para formar un comando legal armado. Posteriormente, Guridi Lasa contactó con ‘Santi’ y ‘Peio’ para constituir el comando Totto. Los tres recibieron entrenamiento en Francia sobre el manejo de armas y explosivos. Su primera misión, por orden directa de García Gaztelu, fue el asesinato de José Luis López de Lacalle.
La planificación del atentado incluyó una semana de vigilancia sobre el periodista para establecer sus rutinas. Sin embargo, el día del asesinato, el 7 de mayo de 2000, López de Lacalle alteró su rutina habitual. Mientras los miembros del comando esperaban que saliera de su casa, lo vieron regresar. Guridi Lasa se acercó para confirmar su identidad y le disparó cuatro tiros, mientras ‘Santi’ y ‘Peio’ vigilaban. Tras el atentado, los tres huyeron juntos en un coche.