El senador de Compromís ha presentado una iniciativa parlamentaria crucial que busca replantear la ampliación del aeropuerto de Manises-Valencia prevista para 2027. Esta solicitud surge en un momento especialmente sensible, tras las devastadoras inundaciones causadas por la DANA en la región valenciana, que han puesto de manifiesto la vulnerabilidad del territorio ante fenómenos meteorológicos extremos.
La propuesta de ampliación aeroportuaria debe someterse a un exhaustivo análisis de viabilidad que contemple criterios fundamentales como la sostenibilidad medioambiental, la seguridad de las infraestructuras y la resiliencia ante el cambio climático. Estos factores son especialmente relevantes considerando los recientes eventos meteorológicos adversos que han afectado a la zona.
Impacto acústico y medidas de control medioambiental
Un aspecto fundamental del debate se centra en la contaminación acústica y sus efectos sobre la población local. En julio se presentaron importantes alegaciones al Plan de Acción del Mapa Estratégico de Ruido del aeropuerto, documento esencial para cualquier proyecto de ampliación. Entre las medidas propuestas destacan:
- Implementación de sistemas de monitorización de ruido en tiempo real
- Restricción de vuelos nocturnos para proteger el descanso vecinal
- Realización de estudios epidemiológicos en zonas afectadas
- Ampliación de medidas de insonorización en viviendas cercanas
- Compensaciones económicas para residentes afectados
Prioridades sociales frente a la expansión aeroportuaria
La iniciativa también hace un llamamiento a la Generalitat Valenciana para que tome un papel activo en la revisión del proyecto. Se enfatiza la necesidad de priorizar la inversión en servicios básicos como:
- Mejora de la atención sanitaria
- Fortalecimiento del sistema educativo
- Desarrollo de servicios sociales
El debate sobre la ampliación del aeropuerto valenciano plantea una reflexión profunda sobre el modelo de desarrollo que se desea para la región. Es fundamental encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección medioambiental, especialmente en un contexto de crisis climática cada vez más evidente.
Los expertos señalan que cualquier proyecto de infraestructura de esta envergadura debe contemplar estudios de impacto ambiental exhaustivos y contar con planes de contingencia ante fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes en la región mediterránea.