La reina Sofía ha vuelto a demostrar su fuerza y gran carácter en medio de la reciente controversia generada por las declaraciones de Bárbara Rey sobre su romance con el rey Juan Carlos. Mientras la exvedette hacía públicas sus confesiones en una entrevista con Santi Acosta, doña Sofía cumplía con su agenda real, apareciendo en Burgos con tal tranquilidad que dejó clara su postura ante la polémica. Su visita al Centro de Investigación Emiliano Aguirre, dedicado al estudio de la evolución humana, fue una muestra de su compromiso inquebrantable con la Corona.
1El silencio y naturalidad de la reina Sofía fue la mejor respuesta ante la polémica

La madre de Felipe VI llegó al acto con una sonrisa que hacía contraste con el revuelo mediático. Según Bárbara Rey, doña Sofía estaba plenamente al tanto de las infidelidades de su esposo, pero estas palabras no han alterado la actitud de la reina emérita. Durante el evento, su naturalidad y alegría, incluso riendo a carcajadas al recibir un regalo, demostraron que su enfoque está en sus obligaciones y no en el pasado.
Expertos en la realeza, como Pilar Eyre, han señalado en más de una ocasión que la reina Sofía ha alcanzado un punto de indiferencia respecto a las acciones de don Juan Carlos. Su fortaleza personal le permite concentrarse en su papel como madre y abuela, mientras que su verdadera preocupación reside en la salud de su hermana Irene, cuyo deterioro cognitivo ha sido motivo de angustia para la emérita.