Austria, famosa por sus paisajes alpinos y su rica historia, esconde un tesoro natural que parece sacado de un cuento de hadas: La Cueva de Eisriesenwelt. Conocida como la cueva de hielo más grande del mundo, esta maravilla subterránea cuenta con 42 kilómetros de pasadizos congelados que deslumbra a visitantes de todo el mundo, especialmente durante la temporada navideña.
2Conecta con la naturaleza invernal mientras disfrutas de la mejor gastronomía que Austria tiene para ti

La experiencia no termina al salir de la cueva. Austria, con sus paisajes nevados y cálidas cabañas, complementa tu visita con una oferta cultural y gastronómica única que nadie se puede perder. Después de explorar los pasajes helados, nada como disfrutar de un chocolate caliente o un strudel de manzana típico de la región.
Para los más aventureros, el ascenso hacia Eisriesenwelt ya es una experiencia inolvidable. Puedes llegar caminando o en teleférico, mientras disfrutas de vistas maravillosas de los Alpes austríacos. Es una oportunidad única para conectar con la naturaleza y vivir la Navidad desde una perspectiva completamente diferente.