La última campaña de la DGT ha provocado revuelo entre los conductores, ya que se insiste en la obligación de portar tres documentos esenciales en el vehículo. No se trata de la póliza de seguro ni el recibo del pago, que desde 2008 han dejado de ser exigidos, sino del permiso de circulación, el permiso de conducir y la tarjeta de la Inspección Técnica del Vehículo (ITV). En pleno siglo XXI, cuidar cada aspecto relacionado con la seguridad vial es fundamental, una advertencia que merece la máxima atención para evitar situaciones complicadas en carretera. La información que se difunde pretende concienciar a los usuarios y reforzar el cumplimiento normativo, impulsando un cambio en la mentalidad de quienes circulan a diario.
La importancia de estos documentos se ha vuelto el centro de atención en un contexto donde la seguridad y el orden en las carreteras son prioritarios. Los mensajes de la DGT buscan disipar la creencia de que llevar siempre los papeles necesarios es opcional, puesto que la omisión puede desencadenar sanciones económicas que, en un abrir y cerrar de ojos, se traducen en inconvenientes mayores. Una correcta gestión de la documentación en el coche es, sin duda, una especie de seguro contra imprevistos, un detalle crucial que refuerza la prevención y protege tanto al conductor como a los demás usuarios de la vía.
4INSPECCIÓN TÉCNICA (ITV): GARANTÍA DE SEGURIDAD Y CUMPLIMIENTO

La tarjeta de la ITV representa el cumplimiento de las revisiones técnicas obligatorias que garantiza que el vehículo se encuentra en condiciones óptimas para circular. Este documento resulta vital ya que certifica que el coche ha pasado por un riguroso control que evalúa aspectos de seguridad, emisiones y el estado general del vehículo. Durante los controles, se pone de manifiesto que la ausencia de la tarjeta ITV en el coche no solo se considera un incumplimiento legal, sino que pone en riesgo la integridad de todos los que comparten la vía, una prueba indiscutible que refuerza la fiabilidad del vehículo ante cualquier inspección.
Contar con la tarjeta de la ITV en el vehículo es, en definitiva, una garantía de que el automóvil está apto para la circulación y se han resuelto todas las posibles deficiencias que podrían afectar la seguridad vial. La insistencia en llevar este documento surge en un momento en que la DGT intensifica su labor de concienciación, obligando a los conductores a revisar y mantener en regla todos los papeles que acreditan la legalidad del vehículo. Así, cumplir con este trámite se traduce en un beneficio colectivo, una medida que refuerza la seguridad general en las carreteras y que se vuelve indispensable para una circulación responsable.