Madre mía, ¿quién iba a decir que algo tan cotidiano como guardar ciertos alimentos en la nevera podría acarrear problemas? Pues sí, resulta que la costumbre de meterlo todo en el frigorífico, como si fuera un cajón de sastre, no siempre es la mejor idea. Y es que hay algunos, como los ajos, las cebollas y las patatas, que directamente se ponen peor dentro que fuera.
La refrigeración, ese gran invento del siglo XX, puede alterar las propiedades de algunos productos. Parece una contradicción, porque se supone que el frío conserva, pero la realidad es que con estos tres ingredientes, la nevera se convierte más bien en una enemiga. Así es, los efectos en sabor, textura y hasta en seguridad alimentaria son notables.
3EL CASO DE LAS PATATAS Y EL FRÍO
Y llegamos a las patatas, el comodín de la cocina española. ¿Quién no ha comido alguna vez patatas fritas, cocidas, asadas o en tortilla? ¡Si hasta las usamos para espesar guisos! Con lo ricas que son, si se conservan mal se echan a perder. Hay que tener cuidado para que no se echen a perder.
El error más común es pensar que, como aguantan mucho tiempo, da igual dónde las pongamos. Y no, la nevera no es el sitio. Lo que ocurre es que el frío transforma el almidón de la patata en azúcar, y esto afecta tanto al sabor como a la textura. Parece mentira, pero algo tan simple como la temperatura puede cambiar radicalmente este alimento.
El resultado son unas patatas más dulces, harinosas y, al freírlas, adquieren un color oscuro poco apetecible. Aparte de que pueden aparecer unos compuestos químicos llamados acrilamidas, que no son nada recomendables para la salud. La Organización Mundial de la Salud vigila este tema muy de cerca, ya que la exposición prolongada puede aumentar el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad, sobre todo si se consumen muchas patatas fritas de bolsa, que suelen tener niveles más altos de esta sustancia.
Así que, ya sabes, nada de guardar las patatas en la nevera. Mejor en un lugar fresco, oscuro y seco, como una despensa o un saco de tela. De esta forma, se conservarán en perfectas condiciones durante mucho más tiempo y podrás disfrutar de todo su sabor y textura. Es una lastima que se dañen, siendo un producto tan versátil.
