Óscar López se ha situado a dedo al frente del PSOE de Madrid (PSM) tras la purga y trabas a Juan Lobato por haber cometido la prudencia de llevar pruebas ante notario sobre el papel que la ahora número dos del PSM, Raquel Sánchez Acera, le incitó a mostrar en la Asamblea de Madrid para atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el caso de su pareja, Alberto González.
En este cambio de rumbo del PSM, Óscar López ha roto con la disciplina socialista madrileña, conocida por ser una organización con voz propia sobre Ferraz y enfocada en el día a día con las agrupaciones, para imponer las tesis de Ferraz.
«Comete un error» y convertirá la formación en una «pesadilla», afirman los críticos con las decisiones adoptadas para conformar la nueva Ejecutiva, nutrida con personas muy cercanas al núcleo duro de Ferraz y afines a Óscar Puente, del que dicen será el próximo sustituto a Pedro Sánchez de no revalidar la presidencia del Gobierno en 2027, si no hay un nuevo adelanto electoral.
ÓSCAR LÓPEZ PROTAGONIZA LA GRAN PURGA PARA PONER AL PSM AL SERVICIO DE FERRAZ
Para controlar el PSM, Óscar López ha realizado una gran purga para reubicar a los afines de Ferraz y especialmente de Óscar Puente, ministro de Transportes, como Álvaro Abril, exconcejal en Valladolid y reubicado como secretario de Medio Ambiente a las órdenes de la desaparecida Teresa Ribera durante la peor DANA del siglo y posteriores riadas que acabaron con la vida de 224 personas y tres desaparecidos en Valencia y otras seis personas en Castilla-La Mancha, como en Mira y Letur, de las que el PSOE no responsabiliza a Emiliano García-Page, como sí hace en Valencia con Carlos Mazón.
Abril es una de las personas «clave» para Óscar López al ser responsable de una de las áreas combativas en Madrid capital. No obstante, no deja de ser un auténtico desconocido en la capital, donde se concentra el poder en Madrid. Si ya es difícil colocar la imagen de Puente, con un menor reconocimiento que Juan Lobato, colocar a los afines de Ferraz «es otro de los errores». «No les conoce nadie, no se reúnen con las agrupaciones y se mantienen alejados dela calle», apuntan fuentes socialistas.
A Lucas se le ha encasquetado la responsabilidad de Vivienda, uno de los principales problemas en toda España y que el PSOE de la mano del PSC solo ha conseguido disparar los precios hasta elevarlos a niveles más altos que en la burbuja de 2007.
Al contrario que hace 20 años, la crisis de vivienda viene por el lado de la oferta y los propios constructores y promotores no tienen suelo para edificar ni tampoco facilidades, más cuando la nueva ley fue propuesta por Bildu, los herederos de ETA que no tienen rubor a la hora de colocar a etarras como profesores en Navarra o en el Ayuntamiento de San Sebastián, donde los terroristas asesinaron al hermano de un concejal en activo.
DAVID LUCAS, DE DESTROZAR LA VIVIENDA EN ESPAÑA A AYUDAR AL PSM A LEVANTAR CABEZA
Óscar López asegura que David Lucas tiene un «sólida trayectoria en política territorial y urbanística, además de su experiencia como Secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana». Lucas cuenta con al menos tres viviendas y otras tres plazas de garaje, la mayoría en Getafe y sin préstamo, según declaró ante el Senado. No ha pisado ni una sola vez la empresa privada dado su extenso currículo por lo público: Móstoles, Getafe, Madrid, Federación Madrileña de Municipios y en el Ministerio de Vivienda. Toda una vida cobrando de los impuestos de todos.
Además, Carlos Moreno Vinués, fichado desde la Clínica Ruber de Juan Bravo, será el secretario de Sanidad. Moreno Vinués es cardiólogo y tiene ahora como objetivo «fortalecer la sanidad pública, respaldado por su experiencia como cardiólogo y portavoz en la Asamblea de Madrid en esta área».
Óscar López también ha traído a los suyos desde el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, como a Andrés Montero, encargado ahora de la Secretaría de Economía, tras la gestión de fondos europeos y recuperación económica. Montero fue la mano derecha de Manuel de la Rocha en la Oficina Económica de la Moncloa.
Como no podía ser de otra manera, el desembarco de Ferraz en el PSM llega también de la mano de Francisco Marín. El actual delegado del Gobierno las ha tenido de todos los colores con el Partido Popular y las instituciones madrileñas, más cuando hace de portavoz sanchista en vez de preocuparse de la situación de los convecinos.
Muestra de ello es el caos y la inseguridad en Barajas, donde viven 500 inmigrantes sin techo, convirtiendo una infraestructura crítica en un albergue. El PSOE culpa a Almeida de la situación, como si fuera su competencia qué ocurre de puertas para adentro. En el aeropuerto de El Prat y con motivo de la celebración del Mobile World Congress, el Gobierno y Aena expulsaron a cerca de 200 personas en situación de indigencia, sin armar ningún revuelo adicional.
DE LAS ARTES ESCÉNICAS A GESTIONAR LA UNIVERSIDAD: EL ‘FICHAJAZO’ DE ÓSCAR LÓPEZ
Como colofón, Óscar López repesca a Hilda Jiménez del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, una etapa que cerró hace apenas cinco meses. Tras agradecer a José Manuel Albares el haber contado con ella, emprende ahora el camino de defender la «educación pública» en la capital con la Secretaría de Universidades.
Con una amplia experiencia en gestión educativa y políticas de enseñanza superior, ha trabajado en Bruselas y en la Presidencia del Gobierno, contribuyendo al desarrollo de estrategias de innovación y digitalización en el ámbito universitario. Su labor será clave para fortalecer el sistema de universidades públicas en Madrid, garantizando una educación accesible y de calidad.
El PSOE de Madrid la vende como un valor con «amplia experiencia en gestión educativa y políticas de enseñanza superior», «ha trabajado en Bruselas y en la Presidencia del Gobierno». No obstante, su currículo muestra tan solo ocho meses en el sector de la educación y lo es como «subdirectora general adjunta de Música y Danza en el Instituto Nacional de las Artes Escenicas y de la Música».
El resto de su currículo muestra que su duración máxima en un trabajo no supera los cuatro años, la mayoría de ellos es de tan solo unos pocos «meses» y ninguno de ellos relacionado con universidades. Pero ahí están los nuevos gestores del PSM para ‘colar’ una «amplia experiencia educativa y políticas de enseñanza superior».
