Escuchar música mientras conduces puede hacer que el trayecto sea más ameno, pero esta práctica habitual podría traer consecuencias inesperadas si no tienes cuidado. La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que, aunque la música en sí no es ilegal, sí lo es que el volumen se convierta en una distracción que impida la atención plena al volante. Un gesto tan común como subir la radio para disfrutar de una canción favorita podría terminar en una desagradable sorpresa: hasta 3.000 euros de multa, según la gravedad de la distracción.
Aunque esta cifra pueda parecer exagerada, la realidad es que, según la DGT, cualquier acción que afecte negativamente la concentración del conductor está tipificada como sancionable. La música alta en el coche es considerada como una distracción, sobre todo si impide escuchar señales acústicas importantes o te aísla de lo que sucede a tu alrededor. Saber cómo gestionar correctamente el volumen y prestar atención a estas indicaciones podría evitarte no solo multas, sino accidentes graves.
4CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE LA MÚSICA SIN RIESGOS

Disfrutar de la música durante un viaje en coche no tiene por qué estar prohibido, siempre que lo hagas de forma responsable. Una buena práctica es ajustar el volumen antes de comenzar el trayecto y evitar manipularlo mientras conduces. La elección previa de listas musicales o emisoras favoritas también ayuda a reducir cualquier distracción, manteniendo así tu concentración en la carretera y respetando las recomendaciones de la DGT.
Otra recomendación básica es mantener el volumen siempre en un nivel que permita escuchar claramente las señales acústicas del exterior, como cláxones, avisos de otros conductores o los sonidos de emergencia. Así, además de evitar multas, estarás más preparado para reaccionar ante imprevistos. ajustar el volumen de la música a niveles que permitan mantener conversaciones sin esfuerzo puede servir como medida práctica para comprobar que no estás excediendo el límite.
Asimismo, elegir el tipo de música adecuada también influye en la conducción segura. Estudios han demostrado que música demasiado rápida o agresiva puede inducir comportamientos imprudentes o temerarios en carretera, por lo que optar por estilos más relajantes puede ser una manera sencilla de conducir con más calma y reducir riesgos innecesarios.