El café, esa bebida aromática y estimulante que forma parte de la rutina diaria de millones de españoles, es mucho más que una simple taza humeante. Existen infinidad de variedades, orígenes, tuestes y preparaciones que dan lugar a una amplia gama de sabores y aromas. Sin embargo, en los lineales de los supermercados, junto a las opciones de café natural y torrefacto, encontramos una tercera categoría que a menudo genera confusión: el café mezcla. ¿Qué se esconde detrás de esta denominación?
El café mezcla, como su propio nombre indica, es una combinación de café torrefacto y café natural, en proporciones que pueden variar según el fabricante. Esta mezcla, que a menudo se presenta como una opción más económica, puede tener un impacto en nuestro organismo que va más allá del simple aporte de cafeína, y en algunos casos, podría estar relacionada con problemas para conciliar el sueño. Analizaremos los secretos de este tipo de café y sus posibles efectos en nuestro descanso nocturno.
4ALTERNATIVAS AL CAFÉ MEZCLA: OPCIONES MÁS SALUDABLES Y RESPETUOSAS CON EL SUEÑO

Si se busca reducir el consumo de café torrefacto y, por ende, de azúcar añadido, pero no se quiere renunciar al sabor del café, existen alternativas más saludables y respetuosas con el sueño. La opción más evidente es el café natural, ya sea en grano o molido. El café natural, al no contener azúcar añadido, ofrece un sabor más puro y auténtico, y permite apreciar mejor los matices y aromas del café.
Otra alternativa es el café de especialidad, que se caracteriza por su alta calidad y su trazabilidad. El café de especialidad se cultiva en condiciones óptimas, se selecciona cuidadosamente y se tuesta de forma artesanal para resaltar sus características únicas. Aunque suele ser más caro que el café comercial, el café de especialidad ofrece una experiencia sensorial incomparable.
Para aquellos que buscan reducir su consumo de cafeína, el café descafeinado es una buena opción. Aunque, como ya hemos mencionado, no está completamente libre de cafeína, contiene una cantidad significativamente menor que el café normal. También existen alternativas al café sin cafeína, como las infusiones de hierbas, el rooibos o la achicoria.