España, tierra de castillos, murallas y callejuelas empedradas, alberga un sinfín de tesoros arquitectónicos que nos transportan a épocas pasadas. Muchos de estos enclaves, cargados de historia y leyendas, se han convertido en destinos turísticos de primer orden, atrayendo a visitantes de todo el mundo. Sin embargo, existe un pueblo medieval que, a pesar de su innegable belleza y su rico patrimonio, ha logrado mantenerse al margen de las masificaciones y el bullicio, conservando así su autenticidad y encanto.
Hablamos de Hondarribia, una joya escondida en la costa vasca, a un paso de la frontera francesa, que cautiva a todo aquel que la descubre. Este pueblo medieval, con su casco antiguo amurallado, sus casas de colores y su ambiente marinero, es un remanso de paz y belleza que parece detenido en el tiempo. Un lugar donde el pasado y el presente se dan la mano, ofreciendo al visitante una experiencia única e inolvidable.
2LA MARINA: EL BARRIO DE PESCADORES CON MÁS ENCANTO
Fuera de las murallas, se extiende el barrio de La Marina, el antiguo barrio de pescadores de Hondarribia. Este pintoresco enclave, con sus casas de colores y sus estrechas calles que desembocan en el puerto, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. El ambiente marinero se respira en cada esquina, en el olor a salitre, en el ir y venir de las barcas, en el bullicio de la lonja.
Las casas de La Marina, con sus fachadas pintadas de vivos colores (rojo, azul, verde, amarillo), son un espectáculo para la vista. Cada casa tiene su propia personalidad, su propia historia. Algunas conservan los antiguos balcones de madera, adornados con flores y redes de pesca. Otras lucen escudos heráldicos, que recuerdan el pasado noble de la ciudad.
El puerto de Hondarribia, con su constante actividad pesquera, es el alma de La Marina. Pasear por el muelle, observar las barcas de pesca, comprar pescado fresco en la lonja o degustar los famosos pintxos en los bares y restaurantes de la zona, son algunas de las actividades que no se pueden dejar de hacer en este emblemático barrio. Este pueblo medieval enamora a cada paso.