jueves, 15 mayo 2025

3 ajustes ocultos del router mejoran el WiFi sin gastar un céntimo

La lentitud en la conexión a internet se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza más frecuentes en los hogares españoles, especialmente cuando varios dispositivos compiten por el mismo ancho de banda. El WiFi que tenemos instalado en casa suele dar problemas de manera recurrente sin que sepamos muy bien por qué, llevándonos a pensar que la solución pasa inevitablemente por contratar una tarifa más cara o adquirir equipos de última generación con prestaciones avanzadas. Nada más lejos de la realidad: en muchas ocasiones, el origen del problema no está en la velocidad contratada ni en las limitaciones del hardware, sino en una configuración inadecuada de parámetros que la mayoría de usuarios desconoce por completo.

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Los routers domésticos esconden en sus menús de configuración opciones sorprendentemente potentes que casi nadie utiliza, bien por desconocimiento o por temor a estropear algo en el proceso. Sin embargo, modificar estos ajustes puede marcar una diferencia sustancial en el rendimiento de la red, mejorando notablemente la velocidad y estabilidad de la conexión sin necesidad de invertir ni un solo euro en nuevo equipamiento. Estos pequeños cambios, que apenas requieren unos minutos para implementarse, pueden resolver problemas como zonas sin cobertura, caídas intermitentes de la señal o velocidades muy por debajo de lo contratado, devolviendo así a la red doméstica todo su potencial original con un simple vistazo a la configuración avanzada del dispositivo.

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CAMBIAR EL CANAL WIFI: LA SOLUCIÓN MÁS SENCILLA Y EFECTIVA PARA EVITAR INTERFERENCIAS

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Cuando vivimos en zonas urbanas densamente pobladas, nuestro WiFi compite constantemente con decenas de redes vecinas que operan en las mismas frecuencias, generando una congestión invisible pero tremendamente perjudicial para la estabilidad de la conexión. Los routers modernos suelen configurarse por defecto en modo automático para la selección de canal, dejando que el propio dispositivo decida en qué frecuencia emitir su señal sin tener en cuenta el estado real de ocupación del espectro radioeléctrico en cada momento. Esta configuración, aunque cómoda, raramente ofrece el mejor rendimiento posible, especialmente en edificios de viviendas donde la saturación de determinados canales puede provocar colisiones constantes entre paquetes de datos.

Para optimizar este aspecto, basta con acceder al panel de administración del router e identificar la sección dedicada a la configuración inalámbrica o WiFi. Dentro de este apartado, se encontrará la opción para modificar el canal de emisión, tanto para la banda de 2,4 GHz como para la de 5 GHz si el dispositivo es de doble banda. Lo ideal es utilizar aplicaciones específicas para smartphones como WiFi Analyzer, que permiten visualizar gráficamente qué canales están menos saturados en cada zona concreta del hogar, facilitando la elección del canal óptimo en función del entorno real donde opera nuestra red. Una vez identificado el canal menos congestionado, basta con seleccionarlo manualmente y guardar los cambios para notar inmediatamente una mejora sustancial en la calidad de la señal WiFi, especialmente en zonas donde antes la conexión resultaba inestable o directamente inexistente.

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