El peligroso baile entre coches y bicicletas en nuestras carreteras sigue generando más de un quebradero de cabeza para conductores y ciclistas. La DGT ha endurecido progresivamente las sanciones para quienes no respetan las distancias mínimas durante los adelantamientos a ciclistas, una maniobra que muchos realizan creyendo estar dentro de la legalidad. Las estadísticas muestran un preocupante aumento de accidentes relacionados con estas situaciones, especialmente en vías secundarias y durante los fines de semana.
Adelantar a un ciclista parece una maniobra sencilla, pero las apariencias engañan. Muchos conductores desconocen que no mantener la distancia lateral adecuada puede suponer multas de hasta 500 euros y la pérdida de seis puntos del carné. Este tipo de infracciones, catalogadas como graves por la normativa vigente, representa uno de los focos principales de vigilancia para los agentes de tráfico en carreteras frecuentadas por aficionados al ciclismo. La DGT no escatima esfuerzos en concienciar sobre la vulnerabilidad de los ciclistas y las graves consecuencias que pueden derivarse de no respetar las normas establecidas.
4CAMBIOS DE CARRIL: CUANDO CRUZAR LA LÍNEA ES LO CORRECTO

Uno de los aspectos menos conocidos de la normativa sobre adelantamientos a ciclistas tiene que ver con la posibilidad de cruzar líneas continuas. La DGT permite expresamente esta acción siempre que sea necesaria para garantizar la distancia lateral de 1,5 metros, exista visibilidad suficiente y no se ponga en peligro a otros usuarios de la vía. Esta excepción, contemplada específicamente para proteger a los ciclistas en carreteras de calzada estrecha, genera confusión entre muchos conductores acostumbrados al carácter prohibitivo absoluto de la línea continua.
La norma responde a la realidad de nuestras carreteras secundarias, donde a menudo resulta físicamente imposible adelantar a un ciclista manteniendo la distancia reglamentaria sin invadir parcialmente el carril contrario. Los técnicos de seguridad vial de la DGT insisten en que esta excepción no debe interpretarse como una carta blanca para realizar adelantamientos temerarios. La maniobra debe ejecutarse con extrema precaución, asegurándose previamente de que no existe tráfico en sentido contrario y adaptando la velocidad a las condiciones específicas de la vía. Los accidentes frontales derivados de adelantamientos incorrectos a ciclistas siguen siendo una de las principales preocupaciones para las autoridades de tráfico.