domingo, 11 mayo 2025

Este pescado parece saludable, pero esconde un metal muy peligroso

Cuando nos sentamos a disfrutar de un buen plato de pescado, rara vez pensamos en lo que realmente estamos llevando a nuestro organismo más allá de las proteínas y ácidos grasos omega-3. El pescado suele presentarse como uno de los alimentos más saludables de nuestra dieta mediterránea, pero no todas las especies acuáticas que llegan a nuestra mesa tienen el mismo perfil nutricional ni los mismos riesgos. Algunos ejemplares, especialmente los de gran tamaño y depredadores, pueden acumular niveles preocupantes de mercurio, un metal pesado con graves consecuencias para la salud humana.

Publicidad

La contaminación de los océanos es una realidad innegable que afecta directamente a nuestra cadena alimentaria. Con cada año que pasa, los niveles de mercurio y otros metales pesados aumentan en los mares, y estos contaminantes no desaparecen, sino que se acumulan en los tejidos de los peces que posteriormente consumimos. No es un tema baladí ni alarmista, sino una preocupación científicamente respaldada por numerosos estudios internacionales que alertan sobre esta problemática cada vez más evidente en determinados tipos de pescado que consumimos con relativa frecuencia.

5
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: CÓMO INCORPORAR EL PESCADO DE FORMA SEGURA A NUESTRA DIETA

YouTube video

Las autoridades sanitarias españolas y europeas han establecido pautas claras sobre el consumo seguro de pescado. Para la población general, se recomienda limitar la ingesta de grandes depredadores (pez espada, tiburón, atún rojo, lucio) a una ración mensual como máximo. En el caso de mujeres embarazadas o en período de lactancia, así como niños menores de 10 años, la recomendación es directamente evitar el consumo de estas especies y optar por alternativas con bajo contenido en mercurio como el pescado azul pequeño, la merluza, el bacalao o los mariscos.

La variedad es otra clave fundamental para minimizar riesgos. Consumir diferentes tipos de pescado a lo largo de la semana no solo asegura un aporte nutricional más completo, sino que también reduce la posibilidad de acumulación de un contaminante específico. Es importante también prestar atención al origen del pescado, priorizando, cuando sea posible, aquellos procedentes de caladeros menos contaminados o de acuicultura controlada donde los niveles de mercurio y otros metales pesados son monitorizados regularmente.

Los mercados municipales y pescaderías de confianza suelen ofrecer información sobre la procedencia de sus productos, una información valiosa a la hora de tomar decisiones de compra conscientes. El pescado sigue siendo, en general, un alimento fundamental en una dieta equilibrada, simplemente debemos consumirlo con conocimiento y criterio.

Siguiente
Publicidad
Publicidad