La casadiella dulce de Aragón es uno de esos placeres tradicionales que encanta a todos los que la prueban. Aunque el postre es más conocido en Asturias, Aragón tiene su propia versión, con un relleno generoso y un hojaldre crujiente que captura toda la esencia de la repostería casera. Es un dulce relleno de nueces, azúcar y un toque de anís o licor, envuelto en una masa frita u horneada que los convierte en verdaderos tesoros culinarios.
La mejor noticia de todas es que no necesitas viajar a Aragón para disfrutar de una buena casadiella dulce. Con ingredientes sencillos, fáciles de conseguir y un poco de tiempo en la cocina, puedes hacer este dulce en casa y disfrutar de él en cualquier momento del año. Ya sea como una sorpresa para saborear durante un té, para acompañar un café o simplemente para darte un gusto, la casadiella dulce se ajusta bien a los cánones sobre el sabor de quien aprecia la tradición en la mesa.
2Preparación de este exquisito plato

Lo primero que debes hacer es iniciar con la preparación de la masa. Se mezcla la harina con la manteca y el vino blanco o anís, según lo que hayas elegido, amasando hasta obtener una masa suave y maleable. Después, se deja reposar durante varios minutos para que sea más fácil de trabajar. Mientras tanto, puedes ir preparando el relleno triturando las nueces y combinándolas con azúcar y licor hasta tener una pasta espesa y fragante.
Después de tener el relleno listo, y de que la masa haya reposado lo necesario, esta última se extiende en pequeños círculos, se coloca el relleno en el medio y se dobla como una empanada, asegurándose de sellar bien los bordes con un tenedor. Se procede a hornean en una bandeja a 180° durante 15 a 20 minutos, aproximadamente, o se fríen en aceite caliente hasta que estén doradas. Una vez listas, se espolvorean con azúcar en polvo y estarán perfectas para degustar.