El uso del cinturón de seguridad sigue siendo objeto de debate entre muchos conductores españoles que desconocen las consecuencias legales de no utilizarlo correctamente. La DGT ha vuelto a pronunciarse sobre este asunto para dejar claros los términos en los que se aplica la normativa vigente, especialmente cuando se trata de pasajeros adultos que deciden no abrocharse el cinturón. Este elemento de seguridad, obligatorio desde hace décadas, continúa siendo ignorado por un porcentaje significativo de ocupantes, lo que explica las numerosas campañas de concienciación y el endurecimiento de las sanciones.
Muchos conductores desconocen que, independientemente de la edad del acompañante, la responsabilidad recae sobre quien está al volante. Esta situación genera numerosas confusiones, pues existe la creencia popular de que cada adulto debe responsabilizarse de sus propias decisiones en materia de seguridad dentro del vehículo. Sin embargo, la normativa de tráfico española es tajante en este aspecto y no deja lugar a interpretaciones: el conductor es el máximo responsable de la seguridad de todos los ocupantes, incluido el uso adecuado de los sistemas de retención homologados en cada caso.
2EL CONDUCTOR ASUME LA RESPONSABILIDAD LEGAL, AUNQUE EL PASAJERO SEA ADULTO

Uno de los aspectos más desconocidos de la legislación vigente es precisamente el que genera mayor controversia entre los conductores. La DGT ha querido dejar claro que, independientemente de la edad del pasajero, el conductor es quien debe asumir la responsabilidad si aquel no lleva puesto el cinturón de seguridad. Esta norma, que muchos consideran injusta, tiene su fundamento en el principio de que quien maneja el vehículo debe garantizar las condiciones de seguridad de todos sus ocupantes antes de iniciar la marcha.
La cuantía de la sanción sorprende a muchos usuarios cuando son informados: 200 euros y la detracción de 3 puntos del permiso de conducir. Este castigo solo se aplica al conductor, nunca al pasajero, aunque éste sea mayor de edad y haya decidido voluntariamente no utilizar el cinturón. Los expertos de la DGT explican que esta medida pretende reforzar la autoridad del conductor sobre su vehículo, impulsándole a exigir a todos los ocupantes el cumplimiento de las normas básicas de seguridad si quieren viajar en su coche, independientemente de la relación personal que mantenga con ellos o de posibles situaciones incómodas que puedan surgir.