El uso incorrecto de los electrodomésticos puede suponer un importante aumento en la factura eléctrica a final de mes. La nevera, ese aparato que funciona ininterrumpidamente en nuestros hogares, esconde funciones que, mal utilizadas, pueden convertirse en auténticos vampiros energéticos. Una de estas prestaciones, presente en la mayoría de frigoríficos modernos, está diseñada exclusivamente para momentos puntuales, pero muchos usuarios la mantienen activada permanentemente por desconocimiento.
Los fabricantes de electrodomésticos incorporan cada vez más opciones avanzadas en sus productos para diferenciarse de la competencia y ofrecer mayores prestaciones. Sin embargo, no todas estas funcionalidades están pensadas para un uso continuado, como ocurre con el modo de enfriamiento rápido de la nevera. Esta función, que permite reducir drásticamente la temperatura interior en poco tiempo, resulta muy útil después de hacer la compra o en días calurosos, pero mantenerla encendida constantemente puede incrementar el consumo eléctrico hasta un 25%.
1LA FUNCIÓN DE ENFRIAMIENTO RÁPIDO: ¿QUÉ ES EXACTAMENTE Y CUÁNDO USARLA?

El modo de enfriamiento rápido, también conocido como «super cool» o «fast cooling», es una prestación diseñada para conseguir un descenso acelerado de la temperatura en el interior de la nevera. Esta función, presente en la mayoría de frigoríficos de gama media y alta, activa el compresor de manera continua y aumenta la potencia de refrigeración temporalmente. Los fabricantes la incorporaron para situaciones muy específicas, como cuando introducimos una gran cantidad de alimentos a temperatura ambiente, ayudando a preservar mejor sus propiedades y evitando que el resto de productos ya refrigerados se vean afectados.
El uso adecuado de esta prestación implica activarla de forma puntual y desactivarla una vez cumplido su cometido, generalmente entre 4 y 6 horas después. La mayoría de neveras modernas cuentan incluso con un sistema de desconexión automática que apaga esta función pasado cierto tiempo, precisamente para evitar consumos innecesarios. Sin embargo, algunos modelos requieren desactivación manual y muchos usuarios olvidan hacerlo, manteniendo el electrodoméstico funcionando a máxima potencia durante días o incluso semanas.