El uso incorrecto de los electrodomésticos puede suponer un importante aumento en la factura eléctrica a final de mes. La nevera, ese aparato que funciona ininterrumpidamente en nuestros hogares, esconde funciones que, mal utilizadas, pueden convertirse en auténticos vampiros energéticos. Una de estas prestaciones, presente en la mayoría de frigoríficos modernos, está diseñada exclusivamente para momentos puntuales, pero muchos usuarios la mantienen activada permanentemente por desconocimiento.
Los fabricantes de electrodomésticos incorporan cada vez más opciones avanzadas en sus productos para diferenciarse de la competencia y ofrecer mayores prestaciones. Sin embargo, no todas estas funcionalidades están pensadas para un uso continuado, como ocurre con el modo de enfriamiento rápido de la nevera. Esta función, que permite reducir drásticamente la temperatura interior en poco tiempo, resulta muy útil después de hacer la compra o en días calurosos, pero mantenerla encendida constantemente puede incrementar el consumo eléctrico hasta un 25%.
3SEÑALES DE QUE ESTÁS USANDO MAL LA FUNCIÓN DE ENFRIAMIENTO DE TU NEVERA

Existen varios indicadores que pueden alertarnos de que estamos haciendo un uso inadecuado de nuestra nevera. El primero y más evidente es un incremento sustancial en la factura eléctrica sin que hayamos adquirido nuevos electrodomésticos o cambiado nuestros hábitos de consumo. Si detectas este aumento, comprueba el panel de control de tu nevera para verificar si tienes activada permanentemente alguna función especial como el enfriamiento rápido o la congelación intensiva.
Otro síntoma revelador es que la nevera emita más ruido de lo habitual o que funcione prácticamente sin descanso. Los frigoríficos modernos están diseñados para operar de forma cíclica, alternando periodos de funcionamiento con otros de reposo. Si notas que el compresor de tu nevera apenas se detiene a lo largo del día, es muy probable que tengas activada la función de enfriamiento rápido u otra similar que esté forzando el funcionamiento continuo del electrodoméstico, lo que no solo incrementa el consumo sino que también puede acortar sensiblemente su vida útil, obligándote a una renovación prematura.