viernes, 2 mayo 2025

Así funciona el peligroso truco de TikTok para saber qué oculta tu pareja en el móvil

Las relaciones de pareja en la era digital se enfrentan a desafíos inéditos, donde la confianza a menudo se pone a prueba a golpe de clic y notificación. El último grito en esta particular forma de «investigación» sentimental proviene, cómo no, de la inagotable fuente de tendencias virales que es TikTok, proponiendo un método aparentemente infalible para desvelar supuestas atracciones ocultas de nuestra pareja: el llamado test del reflejo pupilar. Una práctica que, bajo una capa de inocente curiosidad o juego, esconde arenas movedizas para la estabilidad de cualquier relación, mezclando pseudociencia con la vulnerabilidad de los vínculos afectivos en un cóctel potencialmente explosivo y francamente preocupante para cualquiera que valore la privacidad y el respeto mutuo.

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Este supuesto truco se basa en una premisa fisiológica malinterpretada: observar si las pupilas de la pareja se dilatan al mostrarle disimuladamente fotografías de ciertas personas en el teléfono móvil. La teoría popularizada sugiere que una dilatación notable es señal inequívoca de atracción física o interés romántico, una especie de detector de mentiras biológico al alcance de cualquiera con un smartphone y ciertas dosis de suspicacia. Sin embargo, esta simplificación ignora por completo la complejidad de las respuestas fisiológicas humanas y , lejos de ser una ventana fiable al corazón ajeno, puede convertirse fácilmente en una puerta abierta a malentendidos, acusaciones infundadas y un deterioro significativo de la confianza, pilar fundamental sobre el que se sostiene cualquier relación sana y duradera que se precie de serlo.

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¿CIENCIA O CIENCIA FICCIÓN?: LA VERDAD SOBRE EL REFLEJO PUPILAR Y LA ATRACCIÓN

Fuente: Freepik

La dilatación pupilar, conocida técnicamente como midriasis, es una respuesta fisiológica real, pero su interpretación es mucho más compleja de lo que sugieren las tendencias virales. Nuestras pupilas se dilatan y contraen principalmente para regular la cantidad de luz que entra en el ojo, pero también reaccionan a estímulos emocionales y cognitivos diversos; el miedo, la sorpresa, el interés intelectual o incluso la simple concentración en una tarea pueden provocar cambios en su tamaño. Atribuir la dilatación exclusivamente a la atracción sexual o romántica es , una simplificación grosera y científicamente insostenible, que ignora la multitud de factores que pueden influir en esta respuesta involuntaria del sistema nervioso autónomo.

Por tanto, basar juicios sobre la fidelidad o los sentimientos ocultos de una pareja en la observación de sus pupilas mientras mira unas fotos es un ejercicio de pura especulación, más cercano a la lectura de posos de café que a un método fiable. La respuesta pupilar puede variar enormemente entre individuos y situaciones, e incluso la simple novedad de una imagen o el esfuerzo por enfocar la vista en la pantalla podrían causar dilatación, sin que ello implique necesariamente una atracción subyacente. Confiar en este tipo de «pruebas» caseras popularizadas por TikTok es , ignorar la complejidad de las emociones humanas y las interacciones fisiológicas, abriendo la puerta a interpretaciones erróneas con consecuencias potencialmente devastadoras para la relación.

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