sábado, 3 mayo 2025

Este hábito matutino dispara tu cortisol y te engorda sin que lo sepas

Cada mañana, millones de españoles extienden su brazo hacia la mesilla de noche para coger el móvil incluso antes de abrir completamente los ojos. Este gesto aparentemente inofensivo puede disparar los niveles de cortisol en nuestro organismo y desencadenar un efecto dominó perjudicial para nuestra salud. La ciencia ha demostrado que esta conducta, tan habitual como ignorada, provoca alteraciones hormonales significativas que afectan desde nuestro peso hasta nuestra salud mental.

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Los expertos en neurociencia y endocrinología llevan años advirtiendo sobre los efectos negativos de la hiperconexión digital, pero poco se ha hablado de cómo el simple gesto de revisar el teléfono al despertar puede alterar todo nuestro equilibrio bioquímico durante el día. Un estudio reciente de la Universidad de California reveló que esta acción puede aumentar hasta en un 60% los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés, generando un estado de alerta innecesario justamente cuando nuestro cuerpo debería estar en un proceso natural de activación paulatina.

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EL CORTISOL Y SU PAPEL CLAVE EN NUESTRO ORGANISMO

Fuente: Freepik

El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que juega un papel fundamental en numerosas funciones corporales, incluidas la respuesta al estrés y la regulación del metabolismo. Cuando funciona correctamente, esta hormona sigue un ritmo circadiano con niveles más altos por la mañana y una disminución gradual a lo largo del día, preparando al cuerpo para el descanso nocturno. Este patrón natural permite mantener un equilibrio energético adecuado y favorece tanto la concentración durante las horas de actividad como la relajación cuando llega el momento de dormir.

Sin embargo, la exposición inmediata a la luz azul de las pantallas y al bombardeo informativo que supone revisar notificaciones, correos o redes sociales nada más despertar provoca un pico de cortisol artificial y desproporcionado. Los endocrinólogos señalan que estos aumentos bruscos de cortisol repetidos día tras día pueden derivar en resistencia a esta hormona, alterando su funcionamiento natural y provocando desequilibrios metabólicos importantes. A diferencia de nuestros antepasados, cuyos picos de cortisol respondían a amenazas reales y puntuales, los estímulos digitales mantienen niveles elevados de esta hormona de manera crónica.

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