martes, 6 mayo 2025

El interruptor ‘anti-espía’ de Google que debes activar para proteger tus conversaciones

La comodidad tecnológica nos envuelve como una manta cálida en invierno, facilitando tareas que antes requerían un esfuerzo considerable. Los asistentes de voz, como el de Google, <0xC2><0xA0>que responden a nuestra voz casi al instante, se han vuelto compañeros omnipresentes en nuestros hogares y bolsillos, listos para programar alarmas, buscar información o reproducir nuestra música favorita con una simple orden verbal. Sin embargo, esta integración profunda de la tecnología en nuestra vida cotidiana trae consigo una sombra de inquietud, una pregunta persistente sobre hasta qué punto nuestra privacidad queda expuesta ante estos oídos digitales siempre atentos.

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Esa sensación incómoda de que las conversaciones privadas podrían no serlo tanto, o el escalofrío que recorre la espalda al ver publicidad relacionada con algo que solo hemos mencionado de pasada, no es producto de la imaginación colectiva. Existe un mecanismo dentro del ecosistema de Google diseñado específicamente para recopilar fragmentos de audio, la denominada ‘Actividad de Voz y Audio’, y aunque su propósito declarado es mejorar el reconocimiento de voz, <0xC2><0xA0>la posibilidad de que capture más de lo debido es real y tangible. Afortunadamente, existe un interruptor, una opción algo escondida pero accesible, que permite a los usuarios retomar cierto control sobre lo que el gigante tecnológico escucha y almacena.

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«OK GOOGLE, ¿ME ESTÁS GRABANDO SIN QUERER?» EL FANTASMA DE LAS ACTIVACIONES ACCIDENTALES

Fuente Freepik

El fenómeno de las activaciones accidentales es más común de lo que muchos usuarios imaginan y constituye uno de los principales focos de preocupación en materia de privacidad. Los algoritmos que detectan las palabras de activación están diseñados para ser sensibles, <0xC2><0xA0>lo que inevitablemente lleva a falsos positivos cuando escuchan combinaciones de sonidos que se asemejan fonéticamente a «Ok Google» o expresiones parecidas en medio de una conversación normal o incluso provenientes de la televisión o la radio. Cada una de estas activaciones erróneas puede potencialmente iniciar una grabación de lo que se dice a continuación.

El problema reside no solo en la activación involuntaria, sino en la opacidad sobre qué se graba exactamente y durante cuánto tiempo tras uno de estos errores. Aunque Google asegura que solo se almacenan pequeños fragmentos y que existen procesos de revisión y anonimización, <0xC2><0xA0>la mera posibilidad de que información sensible o íntima sea capturada y guardada genera una justificada desconfianza. Desactivar la ‘Actividad de Voz y Audio’ se presenta entonces como una medida preventiva fundamental para aquellos que priorizan la confidencialidad de sus conversaciones por encima de la máxima personalización del asistente.

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