La tarta de almendras es uno de esos postres que, al primer bocado, evocan la esencia de la repostería tradicional del Mediterráneo. En Alicante, tierra de almendros y dulces artesanales, esta tarta ocupa un lugar privilegiado en las mesas familiares, sobre todo en celebraciones y días señalados. Su textura jugosa, su aroma tostado y ese equilibrio perfecto entre lo crujiente y lo suave la convierten en una auténtica delicia para quienes aprecian los sabores de siempre.
Lejos de ser un postre complejo o reservado a los reposteros profesionales, la tarta de almendras de Alicante puede prepararse fácilmente en casa con ingredientes sencillos y mucho cariño. Es ideal para los amantes del dulce que buscan un postre sin artificios, donde el producto local, como la almendra marcona, es el protagonista absoluto.
2Cómo preparar la auténtica tarta de almendras de Alicante

El primer paso es batir bien los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y aumente su volumen. A continuación, se incorpora poco a poco la almendra molida junto con la ralladura de limón y la canela. Si se va a utilizar licor, este es el momento de añadirlo. La mezcla resultante debe quedar homogénea y algo densa, lista para verter en un molde previamente engrasado.
La tarta de almendras se hornea a temperatura moderada, unos 170 grados, durante unos 30 o 40 minutos, dependiendo del horno. Una vez dorada por fuera y cuajada por dentro, se deja enfriar antes de desmoldar. Es habitual espolvorearla con azúcar glas o decorarla con almendras enteras, y puede servirse sola o acompañada de una bola de helado o un café intenso.