Despertarse cada mañana y descubrir nuevas marcas en el rostro es una experiencia que muchos españoles viven con resignación, atribuyéndola erróneamente al paso inexorable del tiempo. La forma de dormir constituye, sin embargo, uno de los factores más determinantes en la aparición de esas líneas que tanto nos preocupan al mirarnos al espejo. Estudios dermatológicos recientes han confirmado que la posición adoptada durante las horas de sueño puede tener consecuencias más visibles en nuestra piel que muchos de los factores tradicionalmente señalados.
El ritual nocturno que practicamos durante aproximadamente un tercio de nuestra vida está dejando una huella indeleble en nuestro aspecto. Mientras dormimos, la presión ejercida contra la almohada o el colchón crea pliegues temporales que, con el paso del tiempo, pueden convertirse en arrugas permanentes. Esta realidad, frecuentemente ignorada en las conversaciones sobre cuidado facial, merece una atención especial considerando que pasamos entre siete y ocho horas diarias en contacto directo con superficies que comprimen nuestra piel, sin que seamos conscientes del daño acumulativo que esto representa.
5ESTRATEGIAS EFECTIVAS PARA COMBATIR LAS ARRUGAS DEL SUEÑO

Modificar hábitos tan arraigados como la postura al dormir puede resultar extraordinariamente complejo para muchas personas. Sin embargo, los expertos en medicina del sueño y dermatología coinciden en señalar que entrenar el cuerpo para descansar boca arriba constituye la estrategia más efectiva para prevenir las arrugas relacionadas con la compresión nocturna. Esta posición, conocida en el ámbito médico como decúbito supino, minimiza el contacto del rostro con superficies externas, permitiendo que la piel respire libremente y no sufra deformaciones durante las horas de descanso.
Para quienes encuentran imposible adaptar su forma de dormir, existe un abanico de soluciones intermedias que pueden ayudar a mitigar el daño. La aplicación de productos hidratantes de acción prolongada antes de acostarse crea una barrera protectora que reduce la fricción entre la piel y la almohada. Asimismo, los parches de silicona diseñados específicamente para las zonas más propensas a marcarse durante el sueño están demostrando resultados prometedores entre quienes los utilizan regularmente. No podemos olvidar que dormir adecuadamente es fundamental para la regeneración celular, y que las ocho horas recomendadas de descanso son tan importantes para la salud de nuestra piel como la postura que adoptemos durante ellas.