Las aceras y calzadas de nuestras ciudades se han llenado de un nuevo protagonista silencioso y veloz: los patinetes eléctricos. La OCU ha puesto el foco recientemente en este fenómeno, alertando sobre una realidad mucho menos amable que la simple conveniencia que aparentan estos vehículos de movilidad personal (VMP). Detrás de la moda y la aparente solución de movilidad urbana se esconde una maraña de irregularidades y engaños que ponen en jaque la seguridad de los usuarios y la de los peatones, convirtiendo lo que debería ser un avance en un potencial quebradero de cabeza para muchos ciudadanos desprevenidos que buscan alternativas al transporte tradicional o simplemente una forma más ágil de moverse por la urbe contemporánea.
La proliferación descontrolada de estos aparatos ha traído consigo un caldo de cultivo perfecto para el timo y la negligencia, un escenario donde la falta de información clara y una regulación a veces confusa dejan al consumidor desprotegido frente a prácticas comerciales dudosas y productos de calidad ínfima. Desde problemas graves de seguridad en su construcción hasta la incertidumbre sobre la necesidad de seguros obligatorios o las dificultades con las homologaciones pertinentes, el panorama es más complejo y espinoso de lo que parece a simple vista cuando uno se decide a adquirir uno de estos populares vehículos. Es hora de desgranar qué hay de verdad en esta jungla sobre ruedas que ha conquistado el asfalto español, analizando los puntos críticos que todo usuario potencial o actual debería conocer para evitar sorpresas desagradables y riesgos innecesarios.
4BATERÍAS DE LITIO: LA AMENAZA INCENDIARIA BAJO TUS PIES

Bajo la plataforma aparentemente inofensiva de muchos patinetes eléctricos se esconde uno de los elementos más críticos y potencialmente peligrosos del conjunto: la batería de iones de litio. Los casos reportados de incendios espontáneos durante el proceso de carga, mientras el vehículo está en reposo o incluso en marcha, han encendido todas las alarmas entre usuarios y autoridades, un riesgo intrínseco asociado a baterías de baja calidad, ensambladas sin los debidos controles, sin sistemas de protección térmica o electrónica adecuados o que han sufrido daños previos por golpes o mal uso. La OCU ha advertido reiteradamente sobre la importancia capital de seguir escrupulosamente las instrucciones del fabricante para la carga y el mantenimiento, y desconfiar siempre de cargadores no originales o de marcas desconocidas.
La seguridad durante el ciclo de carga es absolutamente fundamental para prevenir sustos y desgracias mayores, evitando dejar el patinete cargando sin supervisión humana durante largos periodos, especialmente por la noche mientras se duerme, o en lugares cercanos a materiales fácilmente inflamables como cortinas o muebles. Prestar atención constante a signos anómalos como el sobrecalentamiento excesivo de la batería o el cargador, la hinchazón visible de la carcasa de la batería, chispazos o ruidos extraños procedentes del interior es vital, tal y como recomienda encarecidamente la OCU, para prevenir incidentes graves que pueden tener consecuencias devastadoras tanto materiales como personales. La prevención es la mejor herramienta.