sábado, 12 julio 2025

Ese pitido tonto de tu nevera te está costando tu factura

La situación es más que familiar para todos: estás preparando la cena o simplemente cogiendo algo del frigorífico y, de repente, comienza ese irritante pitido de tu nevera que no cesa hasta que descubres que la puerta ha quedado entreabierta. Lo que muchos desconocen es que estos avisos sonoros, aparentemente inofensivos, son en realidad señales de alarma que indican un funcionamiento inadecuado de tu electrodoméstico, traduciéndose directamente en un incremento considerable en tu factura eléctrica mensual. Ignorar estas advertencias no solo afecta a tu bolsillo, sino también a la eficiencia energética del hogar y, por extensión, al medioambiente.

Publicidad

El consumo energético doméstico se ha convertido en una preocupación creciente para las familias españolas, especialmente en un contexto donde los precios de la electricidad no dejan de fluctuar, generalmente al alza. Dentro de este panorama, los electrodomésticos de funcionamiento continuo como la nevera representan hasta un 25% del gasto eléctrico total en un hogar medio, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Entender el funcionamiento de estos aparatos y prestar atención a sus señales de aviso puede suponer un ahorro significativo a final de mes, algo que en tiempos de incertidumbre económica no es en absoluto desdeñable.

4
TEMPERATURA ÓPTIMA: EL EQUILIBRIO ENTRE CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Fuente: Freepik

Uno de los errores más comunes entre los usuarios es configurar una temperatura excesivamente baja en la nevera, creyendo erróneamente que así los alimentos se conservarán mejor. La realidad es que para la mayoría de los productos refrigerados, una temperatura entre 3 y 5 grados centígrados es perfectamente suficiente. Cada grado por debajo de este rango puede significar un aumento del consumo energético de hasta un 8%. La obsesión por mantener el frigorífico a temperaturas cercanas a cero grados puede estar disparando tu factura eléctrica sin aportar beneficios reales en la conservación de los alimentos.

La ubicación de la nevera también juega un papel fundamental en su eficiencia. Colocarla cerca de fuentes de calor como hornos, radiadores o en zonas donde reciba luz solar directa obligará al compresor a trabajar más intensamente para mantener la temperatura interior. Los especialistas en eficiencia doméstica recomiendan dejar al menos 10 centímetros de espacio entre la pared y la parte trasera del electrodoméstico para permitir una correcta ventilación del condensador. Una nevera bien ubicada y con la temperatura adecuada puede consumir hasta un 30% menos de electricidad que otra configurada incorrectamente o mal posicionada en la cocina.

Publicidad
Publicidad