miércoles, 7 mayo 2025

Si tu coche hace este ruido la DGT te lo va a inmovilizar, además de multarte

El incesante rugido de un tubo de escape modificado puede resultar placentero para algunos conductores, pero se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para vecinos y autoridades en toda España. La DGT ha intensificado su campaña contra los vehículos que generan contaminación acústica excesiva, implementando medidas más severas que pueden dejarte sin coche y con el bolsillo considerablemente más ligero. Los controles se han multiplicado en las carreteras españolas durante los últimos meses, especialmente en zonas urbanas y residenciales donde las quejas vecinales no han dejado de aumentar.

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Las modificaciones en los sistemas de escape se han popularizado entre ciertos grupos de conductores que buscan un sonido más deportivo o agresivo para sus vehículos. Sin embargo, estas alteraciones suelen superar los decibelios permitidos por la normativa vigente, lo que constituye una infracción que la DGT persigue con creciente determinación. Los agentes de tráfico disponen ahora de sonómetros homologados que permiten medir con precisión el nivel de ruido emitido por cada vehículo, facilitando la identificación inmediata de aquellos que no cumplen con la legislación.

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QUÉ OCURRE CUANDO LA DGT INMOVILIZA TU VEHÍCULO POR EXCESO DE RUIDO

Fuente: Freepik

El procedimiento de inmovilización se inicia cuando los agentes de la DGT determinan que un vehículo supera significativamente los límites de ruido permitidos, generalmente por encima de los 104 decibelios. En ese momento, se emite una orden de inmovilización inmediata que impide al conductor continuar su marcha con el vehículo infractor, debiendo solicitar los servicios de una grúa para su traslado a un taller autorizado. Esta medida, aunque severa, pretende garantizar la corrección efectiva del problema antes de que el vehículo vuelva a circular por las vías públicas.

Para recuperar el vehículo inmovilizado, el propietario debe subsanar las deficiencias detectadas y someterse a una nueva inspección por parte de los técnicos autorizados por la DGT. Este proceso implica la sustitución del sistema de escape por uno homologado o la reparación del existente si el problema se debe a deterioro. Una vez realizadas las modificaciones, es imprescindible obtener un certificado que acredite que el vehículo cumple con la normativa acústica vigente, documento que deberá presentarse ante la autoridad competente para levantar la orden de inmovilización. Solo entonces el conductor podrá recuperar su vehículo y circular nuevamente con normalidad.

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