martes, 6 mayo 2025

¿Tu WiFi va a pedales? El culpable está dentro de tu casa

¿Cuántas veces has maldecido tu conexión a internet mientras intentabas ver una serie en streaming o participar en una videollamada crucial? Esa desesperante lentitud, ese icono de carga girando hasta el infinito, puede tener muchas causas, pero a menudo la más insospechada reside entre tus propias paredes. Pocos sospechan que el rendimiento de su WiFi puede verse drásticamente afectado por presencias digitales no invitadas que consumen ancho de banda sin permiso.

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Es una situación más común de lo que parece, sobre todo en edificios de vecinos o en hogares donde la seguridad de la red inalámbrica se ha descuidado. Pensamos en el proveedor de servicios, en la antigüedad del router o incluso en la distancia al punto de acceso, pero rara vez consideramos que el vecino del tercero, algún dispositivo olvidado en un cajón o incluso un invitado pasado puedan estar conectados furtivamente. Esta sangría silenciosa de megabytes es la responsable de que tu flamante conexión de fibra óptica funcione, como se dice coloquialmente, a pedales, afectando a todas tus actividades online.

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Fuente Pexels

Una vez detectada la posible presencia de intrusos o simplemente para prevenirla, hay medidas concretas y efectivas que puedes tomar. La primera y más obvia es cambiar la contraseña de tu red WiFi por una nueva, fuerte y única, asegurándote de usar el estándar de seguridad más alto que tu router soporte (preferiblemente WPA2-AES o WPA3). Pero no te quedes ahí: también es vital cambiar la contraseña de acceso al panel de administración del propio router, ya que si alguien accede a él, podría controlar toda tu red a su antojo. Estas dos contraseñas son pilares fundamentales para mantener a raya a los usuarios no autorizados.

Para un nivel extra de seguridad, aunque requiere algo más de esfuerzo, puedes habilitar el filtrado por dirección MAC en la configuración de tu router. Esto te permite crear una «lista blanca» de dispositivos autorizados, de modo que solo aquellos cuyas direcciones MAC hayas introducido manualmente podrán conectarse a tu red WiFi, bloqueando cualquier otro intento de conexión, incluso si conocen la contraseña. Otra medida recomendable es desactivar la función WPS si no la utilizas habitualmente y considerar la creación de una red de invitados separada, con una contraseña distinta, para ofrecer conexión a las visitas sin comprometer la seguridad de tu red principal.

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