El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en el relato del sabotaje. Pese a que la Guardia Civil descarta cualquier acto en ese sentido y centra las pesquisas en el robo de cable de cobre, el ministro de Transportes, Óscar Puente, aún persistía en esa misma hipótesis que dejó a más 10.300 afectados en 30 trenes. No obstante, los trabajadores de Adif lo tienen muy claro: ni fue un sabotaje ni tampoco un golpe de la derecha, como hace ver La Moncloa por Whatsapp.
En plena alerta antiterrorista activada, con refuerzo en la seguridad de infraestructuras críticas, Renfe y Adif muestran una falta de inversión en seguridad e infraestructuras. En este sentido, los empleados públicos consideran que se debe adoptar un nuevo plan de prevención para evitar estos casos, que recuerdan al robo de cable en la estación neurálgica de Montcada Bifurcació de Barcelona y que dejó inutilizada la línea de Cercanías R-3 el pasado mes de abril. En mayo del pasado año, el robo de 60 metros de cable de cobre dejó inutilizada toda la red de Cercanías.
El Gobierno de Pedro Sánchez esgrimió de nuevo el «sabotaje» como hipótesis para cubrirse las espaldas en Adif, señalada también en el caso Koldo, y lo relacionó con el traspaso de Rodalies a la Generalitat de Cataluña. Óscar Puente llegó a afirmar que los Mossos d’Esquadra no habían realizado ninguna inspección en la zona de Montcada, pero el director del cuerpo autonómico, como ahora la Guardia Civil, apuntó que se realizaron hasta tres. Además, señaló que la zona, considerada crítica al ser la fuente de alimentación para la seguridad de las vías, no estaba dotada con cámaras de seguridad, como ocurre en la zona de Toledo afectada el pasado domingo.
EL MISMO TIPO DE ROBO QUE DEJÓ INUTILIZADA LA RED DE CATALUÑA HACE UN AÑO
A pesar de ser puntos críticos, Puente mostró fotos en las redes sociales del punto gestionado por Adif, mostrando así la facilidad con la que se puede robar cable de cobre en una vía férrea que considera la «mejor del mundo». Pero nada más lejos, los expertos consultados señalan que una vez arreglado, si no se toman medidas, volverá a ocurrir, como en otros tantos puntos vulnerables. «No hay patrullas, no hay cámaras y son cables que afectan directamente a la seguridad de un transporte público de alta capacidad», destacan.
Cómo es posible que zonas tan sensibles no estén dotadas con sistemas de seguridad fijos
El Gobierno de Pedro Sánchez muestra así su falta de previsión y de planes de contingencia tanto en Adif como en la operadora Renfe, a pesar de que es el segundo robo de cable en vías públicas en menos de un mes y el que más afectado en el conjunto de España. «¿Cómo es posible que zonas tan sensibles no estén dotadas con sistemas de seguridad fijos? ¿Por qué no saltaron las alarmas cuando se cortó la valla para robar el cable de cobre?», se preguntan expertos en seguridad. El robo en Cataluña el pasado año provocó, además, un incendio que afectó también a un transformador cercano y a matorral.

Con miles de viajeros encerrados en los trenes, sin asistencia y apenas un vaso de agua como único racionamiento al carecer de cafetería, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, encargado de la seguridad y emergencias tampoco ha entonado el mea culpa ni se ha dirigido a los viajeros, muchos de ellos evacuados por la solidaridad de los vecinos de pueblos cercanos.
POR QUÉ NO HAY CÁMARAS EN PUNTOS CRÍTICOS DE LA LÍNEA DE ADIF
En CSIF, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, el más representativo de las administraciones públicas y muy activo en Adif, ha insistido en la inversión de seguridad ante el caos producido en la Alta Velocidad y media distancia. Fuentes del sindicato consultadas por este medio consideran que las dotaciones y planes de prevención contra robos «no están a la altura ni al nivel exigidos». «Es escandaloso que un robo de decenas de metros inutilice toda la red, por el robo en sí y por la falta de agentes públicos o privados para custodiar estos puntos. No había ninguna cámara en la zona», apuntan las fuentes. «Esto no es un sabotaje, no se trata de eso. Está completamente descartado», relatan.
En este sentido, consideran que las pesquisas deben derivar en una mejora de la seguridad inmediata. «Si no hay planes, en cuanto lo repongan volverá a suceder. Todo el mundo sabe dónde están los puntos críticos», han señalado. Así, consideran necesario depurar responsabilidades una vez se compruebe que fue el robo. «La investigación lo dirá, pero es lo más probable. Sabotaje, en ningún caso. Ya lo hicieron en Barcelona y tampoco cuajó ese argumento», prosiguen.
La falta de un plan de contingencia para evacuar a miles de afectos también pone la infraestructura en riesgo. No solo por la inclemencia del tiempo, sino también por la falta de medios para poder trasladar a los afectados a puntos seguros o estaciones más cercanas.
Ni Adif ni Renfe pusieron autobuses en 10 horas, tampoco equipos de contingencia para llevar comida a los pasajeros, muchos de ellos niños y la mayoría de trenes de otras compañías extranjeras no están equipados con cocinas para ahorrar costes. Así, la única alimentación existente estaba guardada en los carritos, una mercancía insuficiente para estos casos, más habituales de lo normal desde hace un año.
SIN PLAN DE EVACUACIÓN CON INCIDENCIAS
Esta no es la única reclamación de CSIF. Según indica, las condiciones laborales del INCIBE, encargada de investigar las causas del apagón pese a descartarse el ciberataque, a pesar de que el Gobierno mantiene dicha hipótesis, no son las adecuadas. En este sentido, se deben regular las guardias, mejorar salarios y realizar un refuerzo de la plantilla.
A su juicio, las guardias son «insuficientes y mal pagadas», una situación «irresponsable», según CSIF. Al tratarte de una empresa pública y estratégica, apuntan que estar reivindicaciones deberían estar resueltas lo antes posible. En este sentido, lamentan que las «pésimas» condiciones laborales se hayan registrado durante «años». De hecho, es una de las pocas empresas públicas donde se pagan salarios muy inferiores respecto a las remuneraciones del sector privado de la ciberseguridad.
«Si no se hace desde el Gobierno un esfuerzo serio por equiparar las condiciones laborales del personal de INCIBE con las del mercado y se trabaja en propuestas que garanticen la estabilidad de la plantilla, va a ser muy difícil llevar a buen puerto sus tareas y competencias», afirma el sindicato.
A esta falta de personal y mejora de condiciones, se suma el «hartazgo» de la plantilla, que prefiere buscar una mejor vida profesional fuera de sus puertas, a pesar de contar con solo 170 trabajadores.