jueves, 8 mayo 2025

La OMS alerta sobre lo próximo que nos hará enfermar masivamente, y no es un virus. Prepárate.

El panorama de amenazas para la salud global está cambiando drásticamente en los últimos años, dejando atrás la era en que solo los virus y bacterias suponían el mayor desafío para los sistemas sanitarios mundiales. La OMS ha lanzado recientemente una serie de advertencias sobre nuevos peligros que podrían provocar la próxima crisis sanitaria global, señalando factores que ya están entre nosotros pero cuyos efectos apenas comienzan a vislumbrarse en toda su magnitud. Estos avisos no buscan generar alarma, sino preparar tanto a gobiernos como a ciudadanos para afrontar desafíos que requerirán un enfoque completamente diferente al utilizado contra pandemias como la del COVID-19.

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Los expertos internacionales de la organización con sede en Ginebra llevan meses analizando datos preocupantes que apuntan hacia una convergencia de factores de riesgo sin precedentes en la historia de la salud pública. Fenómenos como el cambio climático, la creciente resistencia a los antibióticos y el aumento exponencial de enfermedades no transmisibles configuran un escenario complejo que la OMS califica como «la tormenta perfecta» para los sistemas sanitarios globales. A diferencia de las amenazas virales, estos nuevos desafíos no se propagan de persona a persona, sino que afectan silenciosamente a poblaciones enteras, haciendo que su control sea aún más complicado que el de patógenos conocidos.

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EL CAMBIO CLIMÁTICO: NUEVAS ENFERMEDADES EN NUEVOS TERRITORIOS

Fuente: Freepik

El aumento de la temperatura global está reconfigurando el mapa de enfermedades infecciosas a un ritmo sin precedentes, permitiendo que patógenos antiguamente confinados a zonas tropicales se extiendan hacia regiones templadas. La OMS ha documentado cómo vectores como mosquitos y garrapatas están ampliando sus áreas de distribución, llevando consigo enfermedades como el dengue, la malaria o el virus del Nilo Occidental a poblaciones sin inmunidad previa ni experiencia en su manejo clínico. Este fenómeno representa un desafío mayúsculo para sistemas sanitarios que nunca habían tenido que enfrentarse a estas patologías.

Los modelos predictivos desarrollados por los equipos científicos de la OMS sugieren que para finales de esta década, más de mil millones de personas podrían verse expuestas a enfermedades vectoriales en regiones donde estas eran prácticamente desconocidas. El cambio climático también está afectando a la seguridad alimentaria y el acceso al agua potable, generando condiciones propicias para brotes de enfermedades gastrointestinales y desnutrición en regiones previamente estables desde el punto de vista sanitario. La organización insiste en que la crisis climática no es solo un problema medioambiental, sino una emergencia sanitaria global que requiere respuestas coordinadas a nivel internacional.

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