Los patinetes eléctricos han llegado para quedarse, transformando el paisaje urbano de nuestras ciudades y ofreciendo una alternativa de movilidad ágil y, en apariencia, despreocupada. Sin embargo, esta aparente libertad de movimiento viene con una serie de normativas que la DGT se ha encargado de precisar, y cuyo desconocimiento puede salir muy caro, convirtiendo un trayecto rutinario en una pesadilla económica y legal.
No se trata de una advertencia baladí ni de un intento de sembrar el pánico entre los usuarios de estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP), sino de una constatación de la realidad que muchos parecen ignorar. La Dirección General de Tráfico ha intensificado su labor informativa y de control, dejando claro que las calles no son el salvaje oeste y que los VMP, pese a su modernidad y apariencia lúdica, están sujetos a un corpus normativo tan serio como el de cualquier otro vehículo que circule por la vía pública.
5LA LETRA PEQUEÑA DE LA DGT: DETALLES QUE PUEDEN AMARGARTE EL DÍA

Más allá de los grandes titulares sobre el casco obligatorio, la necesidad de un seguro o las graves consecuencias del alcohol al manillar, existen otras normativas de la DGT que muchos usuarios de patinetes eléctricos desconocen o simplemente pasan por alto, y que pueden llevar a una sanción inesperada. El uso de auriculares conectados a reproductores de sonido, manipular el teléfono móvil mientras se conduce o transportar a más de una persona en un vehículo diseñado para uso individual, son prácticas estrictamente prohibidas y, por consiguiente, multables sin contemplaciones.
Asimismo, la DGT establece una edad mínima para poder conducir estos vehículos, que generalmente se fija en los 15 años, aunque conviene consultar la ordenanza municipal específica, y exige que los VMP cuenten con elementos básicos de seguridad como un sistema de frenado eficaz, un timbre para advertir de su presencia y, en condiciones de baja visibilidad o durante la noche, luces delanteras y traseras, además de elementos reflectantes homologados. Es fundamental que los usuarios se aseguren de que su patinete cumple con todos los requisitos técnicos y normativos vigentes, porque la vigilancia de la DGT es constante y su objetivo es garantizar una circulación más segura y ordenada para todos los ciudadanos.