El anhelado descanso estival, ese oasis en el calendario que muchos esperamos con fervor durante meses, puede convertirse en una auténtica pesadilla si no andamos con pies de plomo. En esta época, los timadores aprovechan la ilusión y, a veces, las prisas por conseguir esa escapada soñada para hacer su particular agosto, y es crucial estar al tanto de sus artimañas para no caer en la trampa; la Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida como OCU, lanza cada año importantes advertencias al respecto. La emoción por desconectar no debe nublar nuestro juicio, porque los fraudes en alquileres vacacionales o paquetes turísticos están a la orden del día, y conocerlos es el primer paso para esquivarlos con éxito.
La planificación de las vacaciones debería ser un proceso ilusionante, pero la picaresca de algunos convierte lo que tendría que ser un placer en un campo minado de posibles engaños. Desde ofertas demasiado buenas para ser verdad hasta cargos inesperados que inflan el presupuesto inicial, los peligros acechan en cada rincón de la red y en algunas propuestas que parecen irrechazables a primera vista. Por ello, es fundamental armarse de información y cautela, siguiendo las recomendaciones de organismos como la OCU, para que nuestro merecido descanso no se vea empañado por un disgusto evitable que nos deje un amargo sabor de boca y un agujero en el bolsillo.
4EL TARJETAZO INESPERADO: CLONACIONES Y CARGOS OCULTOS AL ACECHO

Durante las vacaciones, el uso de tarjetas de crédito o débito se dispara, y con ello, el riesgo de ser víctima de clonación o de cargos no autorizados que pueden arruinarnos el presupuesto y la tranquilidad. Los delincuentes pueden utilizar dispositivos de «skimming» en cajeros automáticos o terminales de punto de venta manipulados para copiar los datos de la banda magnética y el PIN, o bien aprovecharse de conexiones Wi-Fi públicas no seguras para interceptar información sensible cuando realizamos compras o gestiones bancarias online durante nuestro viaje. A veces, el disgusto llega semanas después, al revisar el extracto bancario y descubrir cargos por compras que nunca hicimos.
Para minimizar estos riesgos, es aconsejable utilizar cajeros ubicados en el interior de sucursales bancarias, tapar el teclado al introducir el PIN y revisar que el terminal no presente elementos extraños o manipulados. Al pagar en establecimientos, nunca hay que perder de vista la tarjeta; asimismo, es fundamental evitar realizar transacciones financieras conectado a redes Wi-Fi abiertas o desconocidas y activar las alertas de nuestro banco para recibir notificaciones por cada operación realizada, una medida que la OCU suele recomendar. Revisar periódicamente los movimientos de la cuenta y conservar todos los comprobantes de pago son prácticas esenciales para detectar y poder reclamar cualquier cargo indebido a tiempo.